José María García
Mauriño
6 de Julio de 2015
Análisis del derecho de PROPIEDAD PRIVADA el “ius
utendi et abutendi”
Derecho de propiedad privada ha sido definido así: “El derecho de propiedad
privada.es el poder de usar o de abusar de cualquier cosa en la medida que lo
permite el derecho civil” "Ius ac potestas re quapiam tum utendi,
tum abutendi, quatenus iure civili permittitur". Definición de Hotman jurista italiano del s.XVI. Esta
definición ha sido adoptada posteriormente por las estructuras jurídicas.
La naturaleza produce constantemene un serie de
bines, cuya propiedad es común para todos los hombres y mujeres del mundo, son
bienes universales. Por otra parte, existe
una serie de bienes que son necesarios
para vivir todo Ser Humano. Y cada uno, cada una, toma de ese acerbo común lo
que necesita para vivir. Es el valor de uso. Si no tiene esos bienes, si no los
puede tener, peligra su vida o se muere. Poseer esos bienes en régimen de propiedad
privada, es decir, de poder usarlos para
vivir, es cuestión de vida o muerte, en eso consiste el Derecho de propiedad privada. El valor de
uso, de un uso sobrio de esos bienes, se puede decir, que es de derecho
natural. Estimo que estos bienes son de derecho natural, porque son necesarios
para mantener la vida humana, son
propios de la misma naturaleza humana. Los bienes superfluos, los que no
son necesarios, no son de derecho
natural. Y esos bienes necesarios se pueden resumir en estos 5: trabajo,
alimentación, vivienda, salud y cultura. La carencia de estos bienes hace casi
imposible una vida humana, una vida de cierta calidad humana.
Esos
bienes necesarios son “míos” porque uso de ellos para satisfacer mis
necesidades básicas, me los apropio, pasan a ser propiedad privada. Una vez
cubiertas esas necesidades, esos otros bienes que me sobran, son bienes
superfluos, ya no son míos, no me pertenecen, son propiedad del común, de todos
aquellos seres humanos que todavía no han cubierto sus necesidades básicas, es
decir, de los que pasan hambre, los que no tienen techo, los que aun no saben leer y escribir, los que no
tienen médicos ni medicinas, etc. Entonces, tengo el deber, la obligación
moral, de devolver lo que no es mío, de lo que me he apropiado indebidamente.
Ya no es un “uso” de los bienes, sino un “abuso”. Al mismo tiempo que tengo el
poder de usar de esos bienes necesarios, tengo el poder de abusar de unos
bienes que ya no me pertenecen porque son superfluos. Es el “ius abutendi”. Y
lo que es un abuso, ya no es ético.
Evidentemente, tengo derecho a usar de los
bienes superfluos a condición de devolver su coste al Tercer mundo. Si me gasto
3.000 € en una viaje de recreo debería devolver esa misma cantidad 3.000 € a
los necesitados del Tercer mundo. Entonces, ya no sería un abuso sino un disfrute
compartido, correcto, solidario, justo, Cuando me apropio de algo que no es mío,
es un robo, y lo tengo que devolver. El quedarse con esos bienes, ya no
entraría dentro del derecho de propiedad privada. En ese sentido no hay que “dar”
al pobre cosas que necesita, eso es un tranquilizante de conciencia, sino
devolverle lo que es suyo porque le pertenece y nosotros se lo hemos quitado.
El pobre es un “robado”, entre todos y todas le hemos quitado bienes básicos
que le pertenecen y se encuentra metido en unas estructuras de pobreza y
desigualdad que apenas le dejan espacio para sobrevivir.
Es
necesario tener una casa para vivir, por eso se llama vivienda. Y eso es de
derecho natural porque uso de ella para
vivir, sea en régimen de propiedad o de alquiler. El Capitalismo. promueve y
prefiere el régimen de propiedad al régimen de alquiler, y se llega a la ”burbuja
inmobiliaria”. El Capitalismo controla perfectamente las propiedades
inmobiliarias Pero, tener varias casas, pìsos o viviendas, como un chalet en la
sierra o un apartamento en la playa, no es de derecho natural. No las tengo para vivir, sino para invertir, o
para disfrutar. No solo tienen un valor de uso sino que además tienen un valor
de cambio. Tienen un precio. Pueden ser un aval para pedir un préstamo al banco. Es lo propio del Capitalismo que favorece no sólo el uso sino el abuso de
propiedades. Ya no son bienes necesarios, sino bienes superfluos. Abusa, porque
acumula casa sobre casa. Y el Capitalismo a fuerza de acumular, va despojando a
otros del derecho natural de tener bienes necesarios, como es tener una
vivienda, un sitio para vivir. Unos pocos abundan en casas y hay otros
muchísimos que carecen de vivienda. El tener varias casas no es una necesidad, es un lujo. Son bienes superfluos,
lo mismo que viajes de turismo, de recreo, compras de artículos caros,
inversiones beneficiosas, espectáculos, fiestas, comidas, trajes, vestidos, etc. Suponen un volumen de gastos que
exceden con mucho los bienes necesarios. No se necesita tanto para vivir, sino
para comodidad, o para disfrute, Mi comodidad o disfrute se basa entonces en
negar bienes básicos a la mayoría. No es
problema individual, no es asunto estrictamente personal: “con mis bienes hago
lo que me da la gana”. Es un tema estructural. El Capitalismo ampara y protege la propiedad
privada lo mismo el “ius utendi” [de los bienes necesarios] que el “ius abutendi”
[de los bienes superfluos] , como uno de los pilares de la acumulación
incesante de beneficios. El Capitalismo ha hecho de los bienes superfluos, bienes
necesarios, ha creado la sociedad del consumo para enriquecimiento de unos
pocos. Lo público, lo que es de todos y de todas, incluidas las generaciones
futuras, es siempre prioritario sobre lo particular y lo privado
La propiedad
privada es un invento del Capitalismo para
poder dominar, no para poder vivir. Recordemos que los bienes de la Tierra son
patrimonio de la humanidad para vivir, como son el agua, la tierra, los
minerales, el aire, etc .no pueden ser propiedad de nadie, son para uso y
disfrute de todos los Seres Humanos junto con el Planeta. El Capitalismo ha
creado una conciencia individualista que no mira a su entorno, ha promovido una
mentalidad sumisa. Para el Capitalismo, la propiedad privada es
sagrada, algo divino y eso no se toca. Es un concepto de propiedad privada que
solo beneficia a unos pocos en contra de la mayoría. Los que se atreven a tocarla son malos, son populistas,
son comunistas.
Algunos
que disfrutan de propiedades superfluas, tienen una mentalidad capitalista, no
quieren devolver nada, porque consideran
que no han quitado nada a nadie, todo es suyo y con lo suyo hace lo que le
viene en gana. Devolver significa de alguna manera empobrecerse, quedarse con
menos, y eso no se puede tolerar. Lo que hay que hacer es elevar el nivel de
los pobres, de los que no tienen. Sí, de
acuerdo, pero que no me toquen el bolsillo, la propiedad privada es sagrada.
Eso es cuestión del Estado que reparte muy mal, o no reparte nada. Se olvida
que la posesión de bienes si son universalizables, es decir, si pueden ser de
uso para todos los Seres Humanos, son
éticos, de lo contrario, van en contra de valores éticos fundamentales, como
pueden ser la justicia, la libertad, o la paz. No todos los Seres Humanos del
planeta pueden alcanzar el grado de desarrollo tecnológico que tenemos en Occidente,
se hundiría el Planeta. Para que la inmensa mayoría de la humanidad pueda
sencillamente vivir, es preciso que todos y todas vivamos con sencillez, es
decir, sin abusar de los bienes comunes que nos corresponden. Eso decía Ghandi.
No sería ético que me comprara un “Ferrari” que cuesta 45 millones de €, porque
no es universalizable, me puedo comprar un coche más modesto que de hecho está
más extendido a todos y todas. Lo que no es universalizable es tener al mismo
tiempo, lavadora, coche, microondas, nevera, ordenador, móvil, lavavajillas, licuadora, etc. y que todo el
mundo tenga lo mismo que tengo yo.¿Es eso elevar el nivel de los pobres? Eso no
es exportable a toda la humanidad. Y se puede vivir sin muchas de esas cosas y
de hecho se vive mejor.
Todas
estas reflexiones son muy actuales, de este mes de Julio de 2015, pero no son
nuevas. Ya lo decía un sabio del siglo XIII llamado Tomás de Aquino en la suma
teológica 1-2 q.94 a.5 ad 3, y 2-2, q.57, a.3). Es la doctrina más ortodoxa que
existe sobre la propiedad privada., aunque parezca revolucionario. Lo que puede
ser más moderno es la definición del siglo XVI, de Hotman, pero el contenido es
el mismo. A Tomás de Aquino le hacemos caso cuando nos conviene, y cuando toca
nuestro bolsillo se nos olvida completamente.
---oOo---