sábado, 4 de julio de 2015

DERECHO A LA PROPIEDAD PRIVADA



José María García Mauriño
6 de Julio de 2015

Análisis del derecho de PROPIEDAD PRIVADA el “ius utendi et abutendi”
Derecho de propiedad privada ha sido definido así: “El derecho de propiedad privada.es el poder de usar o de abusar de cualquier cosa en la medida que lo permite el derecho civil” "Ius ac potestas re quapiam tum utendi, tum abutendi, quatenus iure civili permittitur". Definición de Hotman jurista italiano del s.XVI. Esta definición ha sido adoptada posteriormente por las estructuras jurídicas.

La naturaleza produce constantemene un serie de bines, cuya propiedad es común para todos los hombres y mujeres del mundo, son bienes universales. Por otra parte, existe una serie de bienes que son  necesarios para vivir todo Ser Humano. Y cada uno, cada una, toma de ese acerbo común lo que necesita para vivir. Es el valor de uso. Si no tiene esos bienes, si no los puede tener, peligra su vida o se muere. Poseer esos bienes en régimen de propiedad privada, es decir,  de poder usarlos para vivir, es cuestión de vida o muerte, en eso consiste el  Derecho de propiedad privada. El valor de uso, de un uso sobrio de esos bienes, se puede decir, que es de derecho natural. Estimo que estos bienes son de derecho natural, porque son necesarios para mantener la vida humana, son  propios de la misma naturaleza humana. Los bienes superfluos, los que no son necesarios, no son de  derecho natural. Y esos bienes necesarios se pueden resumir en estos 5: trabajo, alimentación, vivienda, salud y cultura. La carencia de estos bienes hace casi imposible una vida humana, una vida de cierta calidad humana.

Esos bienes necesarios son “míos” porque uso de ellos para satisfacer mis necesidades básicas, me los apropio, pasan a ser propiedad privada. Una vez cubiertas esas necesidades, esos otros bienes que me sobran, son bienes superfluos, ya no son míos, no me pertenecen, son propiedad del común, de todos aquellos seres humanos que todavía no han cubierto sus necesidades básicas, es decir, de los que pasan hambre, los que no tienen techo, los  que aun no saben leer y escribir, los que no tienen médicos ni medicinas, etc. Entonces, tengo el deber, la obligación moral, de devolver lo que no es mío, de lo que me he apropiado indebidamente. Ya no es un “uso” de los bienes, sino un “abuso”. Al mismo tiempo que tengo el poder de usar de esos bienes necesarios, tengo el poder de abusar de unos bienes que ya no me pertenecen porque son superfluos. Es el “ius abutendi”. Y lo que es un abuso, ya no es ético. 

Evidentemente, tengo derecho a usar de los bienes superfluos a condición de devolver su coste al Tercer mundo. Si me gasto 3.000 € en una viaje de recreo debería devolver esa misma cantidad 3.000 € a los necesitados del Tercer mundo. Entonces, ya no sería un abuso sino un disfrute compartido, correcto, solidario, justo, Cuando me apropio de algo que no es mío, es un robo, y lo tengo que devolver. El quedarse con esos bienes, ya no entraría dentro del derecho de propiedad privada. En ese sentido no hay que “dar” al pobre cosas que necesita, eso es un tranquilizante de conciencia, sino devolverle lo que es suyo porque le pertenece y nosotros se lo hemos quitado. El pobre es un “robado”, entre todos y todas le hemos quitado bienes básicos que le pertenecen y se encuentra metido en unas estructuras de pobreza y desigualdad que apenas le dejan espacio para sobrevivir.

Es necesario tener una casa para vivir, por eso se llama vivienda. Y eso es de derecho natural  porque uso de ella para vivir, sea en régimen de propiedad o de alquiler. El Capitalismo. promueve y prefiere el régimen de propiedad al régimen de alquiler, y se llega a la ”burbuja inmobiliaria”. El  Capitalismo  controla perfectamente las propiedades inmobiliarias Pero, tener varias casas, pìsos o viviendas, como un chalet en la sierra o un apartamento en la playa, no es de   derecho natural.  No las tengo para vivir, sino para invertir, o para disfrutar. No solo tienen un valor de uso sino que además tienen un valor de cambio. Tienen un precio. Pueden ser un aval para pedir un  préstamo al banco. Es lo propio del  Capitalismo  que favorece no sólo el uso sino el abuso de propiedades. Ya no son bienes necesarios, sino bienes superfluos. Abusa, porque acumula casa sobre casa. Y el Capitalismo a fuerza de acumular, va despojando a otros del derecho natural de tener bienes necesarios, como es tener una vivienda, un sitio para vivir. Unos pocos abundan en casas y hay otros muchísimos que carecen de vivienda. El tener varias casas no es una  necesidad, es un lujo. Son bienes superfluos, lo mismo que viajes de turismo, de recreo, compras de artículos caros, inversiones beneficiosas, espectáculos, fiestas, comidas, trajes, vestidos, etc. Suponen un volumen de gastos que exceden con mucho los bienes necesarios. No se necesita tanto para vivir, sino para comodidad, o para disfrute, Mi comodidad o disfrute se basa entonces en negar bienes básicos  a la mayoría. No es problema individual, no es asunto estrictamente personal: “con mis bienes hago lo que me da la gana”. Es un tema estructural. El   Capitalismo ampara y protege la propiedad privada lo mismo el “ius utendi” [de los bienes necesarios] que el “ius abutendi” [de los bienes superfluos] , como uno de los pilares de la acumulación incesante de beneficios. El Capitalismo  ha hecho de los bienes superfluos, bienes necesarios, ha creado la sociedad del consumo para enriquecimiento de unos pocos. Lo público, lo que es de todos y de todas, incluidas las generaciones futuras, es siempre prioritario sobre lo particular y lo privado 

La propiedad privada es un  invento del Capitalismo para poder dominar, no para poder vivir. Recordemos que los bienes de la Tierra son patrimonio de la humanidad para vivir, como son el agua, la tierra, los minerales, el aire, etc .no pueden ser propiedad de nadie, son para uso y disfrute de todos los Seres Humanos junto con el Planeta. El Capitalismo ha creado una conciencia individualista que no mira a su entorno, ha promovido una mentalidad sumisa.  Para el Capitalismo, la propiedad privada es sagrada, algo divino y eso no se toca. Es un concepto de propiedad privada que solo beneficia a unos pocos en contra de la mayoría.  Los que se atreven a tocarla son malos, son populistas, son comunistas.

Algunos que disfrutan de propiedades superfluas, tienen una mentalidad capitalista, no quieren devolver nada, porque  consideran que no han quitado nada a nadie, todo es suyo y con lo suyo hace lo que le viene en gana. Devolver significa de alguna manera empobrecerse, quedarse con menos, y eso no se puede tolerar. Lo que hay que hacer es elevar el nivel de los pobres, de los que no tienen.  Sí, de acuerdo, pero que no me toquen el bolsillo, la propiedad privada es sagrada. Eso es cuestión del Estado que reparte muy mal, o no reparte nada. Se olvida que la posesión de bienes si son universalizables, es decir, si pueden ser de uso para todos los Seres Humanos,  son éticos, de lo contrario, van en contra de valores éticos fundamentales, como pueden ser la justicia, la libertad, o la paz. No todos los Seres Humanos del planeta pueden alcanzar el grado de desarrollo tecnológico que tenemos en Occidente, se hundiría el Planeta. Para que la inmensa mayoría de la humanidad pueda sencillamente vivir, es preciso que todos y todas vivamos con sencillez, es decir, sin abusar de los bienes comunes que nos corresponden. Eso decía Ghandi. No sería ético que me comprara un “Ferrari” que cuesta 45 millones de €, porque no es universalizable, me puedo comprar un coche más modesto que de hecho está más extendido a todos y todas. Lo que no es universalizable es tener al mismo tiempo, lavadora, coche, microondas, nevera, ordenador, móvil,  lavavajillas, licuadora, etc. y que todo el mundo tenga lo mismo que tengo yo.¿Es eso elevar el nivel de los pobres? Eso no es exportable a toda la humanidad. Y se puede vivir sin muchas de esas cosas y de hecho se vive mejor.


Todas estas reflexiones son muy actuales, de este mes de Julio de 2015, pero no son nuevas. Ya lo decía un sabio del siglo XIII llamado Tomás de Aquino en la suma teológica 1-2 q.94 a.5 ad 3, y 2-2, q.57, a.3). Es la doctrina más ortodoxa que existe sobre la propiedad privada., aunque parezca revolucionario. Lo que puede ser más moderno es la definición del siglo XVI, de Hotman, pero el contenido es el mismo. A Tomás de Aquino le hacemos caso cuando nos conviene, y cuando toca nuestro bolsillo se nos olvida completamente.



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