miércoles, 7 de enero de 2015

SIN ÉTICA NO HAY REGENERACIÓN POLÍTICA.



LA INMORALIDAD PÚBLICA

José María García-Mauriño
8  de Enero de 2015



1.- Un panorama desolador: una corrupción bastante generalizada:
Estamos viviendo en una situación de emergencia nacional. Y se caracteriza por un estado de excepción moral y ética. La corrupción  es el cáncer de la sociedad española que penetra en casi todas las instituciones.
Hay un sufrimiento añadido a lo que estamos viviendo como corrupción, y es esa  mala praxis política, permitir los  desahucios, los abusos de los mercados financieros y esa larga lista que no solo empobrece nuestras condiciones de vida, basadas ya en la pura supervivencia, sino que empobrece el sentido de nuestra humanidad. La salud moral de la sociedad es bastante decadente.

Lo que agrava esta situación es que no salga nadie y diga “lo siento, me arrepiento, y voy a devolver lo que no es mío”. Lo que empeora nuestro ánimo es que no haya nadie que se avergüence de lo que ha hecho o ha permitido que sucediera, sabiendo sus consecuencias. Lo que daña nuestro sentido humano es que algunos corazones no hayan sufrido dolor por la angustia ajena, ni la más leve culpa por su irresponsabilidad, ni la compasión necesaria para asumir conjuntamente parte de la carga y de la solución a tantos problemas. Parece como si la ética y la moral pertenezcan al terreno de la literatura y de las grandes declaraciones, mientras que las acciones se tiñen de una espeluznante realidad: ¡Tonto el último! El que no roba es un gilipollas! Es un síntoma de la decadencia de esta sociedad.

Hay una serie de casos que demuestran a las claras la enorme corrupción que existe en nuestro país, como Caso Gürtel, Caso Pallerols, Caso Palma Arena, Caso Fabra, Caso Sáenz, Caso Campeón, Caso Malaya, Caso Bárcenas, Caso de los ERE fraudulentos, Caso Nóos con la implicación de Urdangarin, Caso Blesa, la doble Amnistía Fiscal para los defraudadores públicos, la familia de los Pujol, la financiación del PP, y más de 2.000 casos de imputados por corrupción (150 para ver este  en este año 2015).

Lo que se requiere es que los personajes públicos, los que se sitúan en las altas esferas de la política o de la economía se rijan por principios éticos. Un principio vertebrador de toda ética son los Derechos Humanos: es el punto de referencia fundamental para cualquier actuación política. El otro principio ético es el compartir los bienes básicos de forma que a nadie le falte lo necesario para vivir. La ética no es de las instituciones sino de las personas que rigen esas instituciones (la economía, la enseñanza, la sanidad, el parlamento, los ayuntamientos, la judicatura, etc.) y éstas personas deben regirse por la Ética, es decir, por ese conjunto de principios, normas y valores que la constituyen. Por ejemplo:

Principios: los 4 de Ulpiano. (Jurista y senador romano del siglo I)
1.- Pacta sunt servanda: : respetar y cumplir lo pactado.
2.- Alienum non laedere: no hacer daño a los demás
3.- Suum cuique tribuere: darle a cada uno lo suyo
4.- Honeste vivere: vivir honestamente.
            Normas:
a) el fin nunca justifica los medios,
b) Coherencia entre los principios y la práctica, Ser coherente entre lo que se piensa, se dice y se hace.
c) Respeto a toda clase de personas: (mayores, mujeres, niños, inmigrantes)  y de instituciones. Y  Respeto a las, las leyes, los acuerdos.
d) Fidelidad a los compromisos.
Valores: son como una mesa sostenida por 6 patas: 6 valores básicos: vida, amor, verdad, libertad, justicia, igualdad. Tienen vigencia siempre que sean universalizables. Y estos lo son: se pueden aplicar a cualquier persona de cualquier civilización, creencia o  cultura de cualquier parte del mundo.

Por ejemplo, desde el punto de vista jurídico no se pueden hacer distinciones de homosexuales y heterosexuales. Todos somos iguales ante la Ley, es decir, un reconocimiento en los mismos términos para las parejas homosexuales que para las heterosexuales. Un código moral o religioso no puede ser nunca un límite en una sociedad democrática. Su tarea no es hacer que todos sean iguales, sino que cada uno tenga derecho a ser diferente, es decir, a tener un proyecto de vida personal, a ser el que quiera ser. Una diferenciación de este tipo entre homosexuales y heterosexuales no sería nunca una diferenciación, sino una discriminación.

La falta de Moralidad Pública se llama Corrupción y la corrupción se llama Capitalismo.
La corrupción no es un hecho aislado. Es consustancial al capitalismo en su fase actual: la dictadura de los monopolios. Las grandes fortunas se obtienen por dos procedimientos inseparables: mediante la corrupción y mediante la explotación de los trabajadores y trabajadoras.  La clave no es, pues, que la corrupción se produzca (mucha gente lo sabía), sino que esto haya salido a la luz pública. Su publicación refleja una serie de luchas intestinas propias de un régimen debilitado y en descomposición. 

La corrupción viene de lejos, como demuestran los grandes casos de corrupción que tuvo el PSOE años atrás: los fondos reservados y el GAL, el caso Filesa, el caso Guerra o, recientemente, los ERE’s irregulares de Andalucía, ya citados.

Además, la corrupción, intrínseca al régimen, se evidencia en la propia Casa Real. La corrupción del antiguo rey, Juan Carlos I, permanece oculta gracias a la impunidad que la Constitución le garantiza. Incluso la recién llegada Rosa Díez, de UPyD se ha visto beneficiada de los sobres de Bárcenas a través de Basta Ya. Lo mismo que CiU, PNV, Coalición Canaria han recibido dinero de Millet, de las empresas y de los bancos. Botín (Banco Santander), Francisco González (BBVA), Isidre Faine (La Caixa), las constructoras, las multinacionales del automóvil, las energéticas, las químico-farmacéuticas conocen mucho mejor cómo funciona la política que los propios afiliados a los partidos. Por eso, no debemos quedarnos en que “el PP es muy corrupto”. Pero ni siquiera en que “el PP y el PSOE son muy corruptos”, que lo son. Repito, estamos ante un  estado de excepción moral, ético. Ante robos constantes de empresarios banqueros, alcaldes, diputados, se admite que el robar es cosa de personas inteligentes; el que no roba es un  pobre diablo.

Repetimos, la falta de Moralidad Pública se llama Corrupción y la corrupción se llama Capitalismo. El capitalismo se asienta, entre otras cosas, en el principio de la eficiencia, siempre es eficaz, porque tiene poder para realizar sus objetivos. Este principio le hace situarse muy  por encima de la ética, que mantiene que el fin nunca justifica los medios. Para el Capitalismo el fin de acumular dinero y poder, el conseguir siempre altos beneficios, justifica cualquier medio, de robo, apropiación indebida, soborno etc. Nada de ética.

2.- La mentalidad corrupta:
Mucha gente se encuentra impregnada de esta mentalidad, como es esa conciencia popular que trasmite esos dichos populares:
 “Tener la llave”: el cargo público como oportunidad 
¿Qué concepto de cargo público tienen estas personas? El “servicio público” se presenta como una oportunidad que te permite “tener la llave” para satisfacer determinados intereses particulares.  “Si no lo haces, eres gilipollas”
El concepto del cargo público como una oportunidad lleva a una conclusión, que es que si no aprovechas esa oportunidad eres un “gilipollas”. Si no lo haces, demuestras una ingenuidad rayana en la estupidez.   “Además, no te va a pasar nada”
Basándose en la impunidad, estas personas corruptas juegan constantemente con la idea que no te “pasará nada". Aseguran al político que las consecuencias de participar en actividades delictivas son perfectamente eludibles.  “Esto funciona así”
Por último, se cree en lo inevitable que es la corrupción. En nuestra sociedad lo normal es funcionar así. La cosa funciona así, Lo raro sería que se tuvieran expectativas diferentes. 
En cualquier caso, quisiera hacer comprender la imposibilidad de seguir viviendo bajo un sistema de latrocinio que nos expolia del producto del trabajo y de nuestros derechos sociales más elementales.

3.- Significado de la inmoralidad pública:
La  corrupción consiste en: “el mal uso o el abuso del poder público para beneficio personal y privado”.Se rige por intereses, no por valores  También se define como el "conjunto de actitudes y actividades mediante las cuales una persona o grupo político, viola compromisos adquiridos, utilizando los privilegios otorgados, con el objetivo de obtener beneficios personales ajenos al bien común". Por lo general, se apunta a los gobernantes o los funcionarios elegidos o nombrados, que se dedican a aprovechar los recursos del Estado para enriquecerse personalmente o beneficiar a parientes y/o amigos. Lo suelen hacer mediante el uso ilegítimo de información privilegiada, el tráfico de influencias, los sobornos, las extorsiones, los fraudes, malversación, la prevaricación, el caciquismo, el compadreo,  el nepotismo y la impunidad, el tráfico de drogas, el lavado de dinero,  y las mil formas de apropiación indebida.. En general, se puede decir siempre que hay corrupción hay enriquecimiento personal a costa del erario público.

La moralidad pública consiste en realizar el fin para el que fueron  creadas las instituciones. Fidelidad a los principios, por respeto a la ciudadanía. Se trata de un contrato implícito entre el programa del partido electoral o de principios fundamentales y la ciudadanía. No desviarse de los objetivos, lo contrario sería des-naturalizar el contenido de la institución, sea la que sea (económica, política educativa, sanitaria, etc.) que requiere el Bien Común de la ciudadanía.

La corrupción significa cambiar la naturaleza de una cosa volviéndola mala, privarla de la naturaleza que le es propia, pervirtiéndola. Es decir, que cuando una sustancia o una actividad humana se corrompen, pierden su naturaleza, se convierten en otra cosa distinta a como eran antes, en su origen, y acaban oliendo mal. Por ejemplo, si una manzana se corrompe es lo mismo decir que se pudre, ya no sirve como alimento, hay que tirarla, y si se la come produce infecciones intestinales. Si la naturaleza de la política es la gestión del bien común, del bien de todos, y se aprovecha del cargo público para un enriquecimiento privado, ahí hay corrupción. Lo mismo  en el sistema educativo: si su naturaleza es ayudar a crear personalidades y esta actividad se emplea en buscar poder, dinero, o prestigio a costa de padres, profesores y alumnos, se puede decir que esta profesión en un determinado colegio, universidad, o comunidad autónoma, está corrompida.

4.- Para regenerar la política se necesita ETICA:
Es necesario tener una forma de pensar que analice la perversidad del sistema. Es preciso fomentar el pensamiento crítico. Una ética propia de quienes se detienen a pensar qué es lo que está ocurriendo hoy. Es preciso ser muy crítico con el pensamiento único impuesto por el sistema. Y proponemos estas dos actitudes:

Tener el valor moral e intelectual suficiente para someter la moral existente en la actualidad a una reflexión ética, es decir, consciente y crítica:
¿Es verdad que hoy día -Se da por supuesto que es bueno y normal el 'hacer millones' en poco tiempo sin mirar demasiado los medios con los que se hacen. -es de gente 'lista' hacer trampas en la declaración de la renta; -es de tontos no usar la propia influencia para conseguir un puesto de trabajo para mi hijo; - se puede alcanzar una cátedra por influencia; -se ve como normal el estar en un puesto de responsabili­dad política o administrativa sin merecerlo ni ser el sujeto idóneo para ello; -se puede conseguir un título universitario sin apenas haber estudiado. Todo esto y muchas cosas más está "bien visto" por la sociedad. Esa aceptación como en serie, tipo standard, de esos preceptos morales es lo que hay que combatir de forma lúcida y valiente.

Algunos se han  atrevido a hacer un juicio ético llamando indecente a varias cosas:
INDECENTE, es que el salario mínimo de un trabajador sea de 624 €/mes y el de un diputado de 3.996, pudiendo llegar, con dietas y otras prebendas, a 6.500 €/mes. Y bastantes más por diferentes motivos que se le pueden agregar.
INDECENTE, es que un profesor, un maestro, un catedrático de universidad o un cirujano de la sanidad pública, ganen menos que el concejal de festejos de un ayuntamiento de tercera.
INDECENTE, es que los políticos se suban sus retribuciones en el porcentaje que les apetezca (siempre por unanimidad, por supuesto, y al inicio de la legislatura).
INDECENTE, es que un ciudadano tenga que cotizar 35/40 años para percibir una jubilación y a los diputados les baste sólo con 7 (siete), y que los miembros del gobierno, para cobrar la pensión máxima, sólo necesiten jurar el cargo.
Hay que insistir en que los políticos corruptos de sus partidos devuelvan el dinero que se han quedado (o el equivalente)  al erario público a causa de su mala gestión o/y de sus fechorías, Conviene que se endurezca el Código Penal con procedimientos judiciales más rápidos y con castigos ejemplares para todos ellos.

Es indecente que el dinero se haya convertido en el valor fundamental y casi único de la vida social y política. Y tras él se esconde la codicia. A ella le acompañan la ambición, la envidia, la admiración hacia los que más tienen, de tal manera que todo ello es asumido sin reparos por amplias mayorías de la sociedad.

Mientras la sociedad no se escandalice por la barbaridad que supone el que algunos guarden grandes fortunas en paraísos fiscales, por los enormes ingresos de deportistas, “estrellas” de radio y TV, por los salarios de los gestores de entidades bancarias y por sus jubilaciones. Mientras no produzca una repugnancia, un rechazo, generalizado el saber que los corruptos acumulan tanto dinero, mientras todo esto no provoque, al menos, una revolución interna en todos y cada uno de los que formamos esta sociedad, poco podemos esperar.

Tener la suficiente inteligencia práctica y talante ético para crear nuevas pautas de comportamiento: una ética distinta:
 Desde el punto de vista social, la regeneración ética de la sociedad pasa necesariamente por la transparencia en materia económica, y partidista, y llevar la vida real de la ciudadanía al Parlamento. Hay que evitar esa enorme distancia entre la ciudadanía y la vida política. Es decir que haya apertura,  tolerancia y  pluralismo.

 Cinco aspectos necesarios:
Lo primero de todo para regenerar la moralidad pública, es el valor de la honestidad. La honestidad económica, la honestidad intelectual, la honestidad profesional, la honestidad sexual, la honestidad mediática, la honestidad democrática.

Un reconocimiento real de todos los Derechos Humanos. Y para que sea efectivo, se necesita ese conjunto de fuerzas políticas y económicas materiales que hagan posible su realización.

Una sobriedad generalizada, que no es lo mismo que austeridad impuesta. Hay que definir las necesidades básicas, reales, de los seres humanos, frente a las necesidades artificialmente impuestas por la sociedad del consumo. Consumir menos y mejor para que todos puedan consumir lo necesario. Vivir de otra manera, vivir con lo necesario. Ir quitando lo superfluo. No sólo por opción personal, sino por la escasez y límites que nos impone la NATURALEZA. Vivir despilfarrando es sinónimo de vivir destruyendo los ecosistemas. Por otro lado, la sobriedad puede ser reflejo de la solidaridad cuando conduce a compartir con quien nada tiene y se convierte es un forma de luchar contra la riqueza de unos pocos. No volverán los tiempos dorados del consumismo, del derroche y del dinero fácil. Vivir con menos para vivir mejor.

Una democracia radical: significa igualdad y libertad. La existencia de poderes económicos y sociales que favorecen y crean constantemente desigualdad, abismo entre pobres y ricos, hacen de la libertad una caricatura y de la Democracia una ficción. La democracia no es votar cada cuatro años, no es elegir una serie de diputados/as que nos pueden representar. Se trata de que el pueblo soberano tome decisiones importantes para su vida. Nunca votar a personas imputadas.

Una paz y una seguridad ciudadanas que no se fundamenta en la fuerza de las armas. La paz es un proyecto de vida ciudadana, de valores, actitudes y comportamientos que es capaz de asumir que la guerra no es instrumento válido de política nacional e internacional Todos sabemos que detrás de las guerras hay intereses económicos muy fuertes.

Mantenemos la Esperanza:
“Las calles son  la única esfera política que aún  no se ha apropiado el Capitalismo”.  Afirmación de un grupo de intelectuales del Sur de Europa, (Portugal, España, Italia, Grecia), reunidos en Londres en Diciembre de 2012 para abordar los problemas de la crisis del euro. “¿A qué nivel de catástrofe vamos a esperar para encontrar una solución a esta crisis?” –decía Bonaventura Souza Santos, ilustre sociólogo portugués, afincado en el Brasil.

Por tanto, rebelión activa y desobediencia civil ante normas ilegítimas, son compromisos ante los que todos y todas estamos concernidos.

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Ver ANEXO: “La corrupción de las instituciones”.





ANEXO

La corrupción de las instituciones

Fátima Blasco Cantera
Inspectora de Hacienda
Diciembre 2014.

Parece que nuestros gobernantes no son unos buenos educadores. Claro que su objetivo no es educarnos, pero necesitamos claridad pedagógica para entender sus reformas y recortes en la actividad política. Y siendo así ¿por qué se premia, no ya se consiente, al que lo hace mal –el que no declara a Hacienda su patrimonio-? Y, lo que es infinitamente peor, en el borde del sarcasmo más cruel, se le premia a costa del resto de la sociedad, los que lo hacen bien. ¿Cuál si no es la lectura de las amnistías fiscales, del rescate a los bancos, de las quitas de las deudas de las entidades locales, de la rebaja de los intereses de los préstamos del Fondo de liquidez autonómico a las CCAA que han rebasado los límites de endeudamiento?

Primera amnistía fiscal: En marzo de 2012 se publica un real decreto ley (¿extraña la figura del real decreto ley?) en el que se regula una condonación de la deuda a evasores fiscales por bienes no declarados si realizan una declaración tributaria especial.

 (Disposición adicional primera)

Disposición adicional primera. Declaración tributaria especial.
1. Los contribuyentes del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas, Impuesto sobre Sociedades o Impuesto sobre la Renta de no Residentes que sean titulares de bienes o derechos que no se correspondan con las rentas declaradas en dichos impuestos, podrán presentar la declaración prevista en esta disposición con el objeto de regularizar su situación tributaria, siempre que hubieran sido titulares de tales bienes o derechos con anterioridad a la finalización del último período impositivo cuyo plazo de declaración hubiera finalizado antes de la entrada en vigor de esta disposición.

2. Las personas y entidades previstas en el apartado 1 anterior deberán presentar una declaración e ingresar la cuantía resultante de aplicar al importe o valor de adquisición de los bienes o derechos a que se refiere el párrafo anterior, el porcentaje del 10 por ciento.
El cumplimiento de lo dispuesto en el párrafo anterior determinará la no exigibilidad de sanciones, intereses ni recargos.
Junto con esta declaración deberá incorporarse la información necesaria que permita identificar los citados bienes y derechos.

3. El importe declarado por el contribuyente tendrá la consideración de renta declarada a los efectos previstos en el artículo 39 de la Ley 35/2006, de 28 de noviembre, del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas y de modificación parcial de las leyes de los Impuestos sobre Sociedades, sobre la Renta de no Residentes y sobre el Patrimonio, y en el artículo 134 del texto refundido de la Ley del Impuesto sobre Sociedades, aprobado por el Real Decreto Legislativo 4/2004, de 5 de marzo.

4. No resultará de aplicación lo establecido en esta disposición en relación con los impuestos y períodos impositivos respecto de los cuales la declaración e ingreso se hubiera producido después de que se hubiera notificado por la Administración tributaria la iniciación de procedimientos de comprobación o investigación tendentes a la determinación de las deudas tributarias correspondiente a los mismos.

5. El Ministro de Hacienda y Administraciones Públicas aprobará el modelo de declaración, lugar de presentación e ingreso de la misma, así como cuantas otras medidas sean necesarias para el cumplimiento de esta disposición

El porcentaje de gravamen sobre los bienes y derechos no declarados se sitúa en el 10%, muy por debajo de tipo medio que le hubiera correspondido al evasor de haber presentado su declaración sin fraude.

Es de señalar que el tipo impositivo más bajo aplicable a la base liquidable general (tramo de 0 a 12.450€) es, actualmente, del 9,50%.

Pero además de la rebaja del porcentaje de gravamen, a los que presenten la declaración, la Administración se compromete a no sancionarles, ni intereses ni recargos. (cosa a la que estamos sujetos los españolitos de a pie que presentemos declaraciones fuera de plazo o nos hagan una inspección, aunque no tengamos ánimo defraudador).

Para colmo de males se permite que los defraudadores sólo paguen por las cuentas y bienes obtenidos en ejercicios no prescritos. Del resto de bienes defraudados solo tenían que liquidar los intereses de los años sin prescribir, los percibidos desde 2007. Por eso casi todas las rentas afloradas proceden de ejercicios prescritos y han permitido a los defraudadores legalizar sus bienes pagando menos del 3%. O sea del ya ridículo 10% se ha pasado al sarcasmo del menos del 3%.

Lo más sangrante del caso es que la bolsa de fraude que estaba previsto aflorar según cálculos del Ministerio de Hacienda era de 40 mil millones de euros con una estimación de recaudación de 2.500 millones de euros que, sin embargo, escasamente llegaron a la mitad (1.193 millones de euros).

Segunda amnistía fiscal
Casi todas esas personas y sociedades que afloraron dinero negro en el extranjero lo han dejado depositado hasta ahora donde estaba porque traerlo a España tiene, o mejor dicho, tenía, un impuesto sobre el beneficio aflorado del 27%.

Lo que hizo Montoro es eliminar ese impuesto cuando ese dinero se deposite en un fondo de inversión o una Sicav (Sociedad de inversión de capital variable) españoles, dándole el mismo tratamiento fiscal que cuando alguien mueve dinero de un fondo a otro dentro de España. No tributa en ese momento. Lo hará si el algún momento el inversor vende su fondo o parte de él y obtiene beneficios.

Además, esta medida también beneficia a los bancos y comercializadores españoles, que amplían el volumen de fondos gestionados.

Ley del impuesto de la renta de las personas físicas

Ley del impuesto de sociedades

Rescate a los bancos
Según el Tribunal de Cuentas (abril de 2014), "el importe de los recursos públicos empleados o comprometidos en la reestructuración, como consecuencia de las actuaciones realizadas entre 2009 y 2012, fue de 107.913 millones de euros".

Dicho importe incluye "conceptos de naturaleza muy diversa", según aclara el propio organismo. El Fondo de Rescate bancario (FROB), de titularidad estatal, ha comprometido casi 66.000 millones, el Fondo de Garantía de Depósitos (FGDEC, formado por el conjunto de entidades financieras) algo más de 32.000 y el Banco de España casi 10.000 millones de euros.

Por el momento, el dinero desembolsado por los contribuyentes ronda los 50.000 millones de euros. De hecho, en esta cifra coinciden tanto el Banco de España, como el Tribunal de Cuentas y la Comisión Europea, una vez descontado el resto de apoyos indirectos, tanto públicos como privados. –

Quita de las entidades locales
De nuevo otros dos reales decretos ley (¡qué miedo al debate y a dar explicaciones!) el real decreto-ley 4/2012, de 24 de febrero, por el que se determinan obligaciones de información y procedimientos necesarios para establecer un mecanismo de financiación para el pago a los proveedores de las entidades locales y el real decreto-ley 7/2012, de 9 de marzo, por el que se crea el Fondo para la financiación de los pagos a proveedores.

El primero de ellos establece la posibilidad de quitas, es decir, priorizar el pago de las deudas a aquellos proveedores que oferten un descuento en su deuda.

El segundo de ellos, el real decreto-ley 7/2012, de 9 de marzo, decide que el resto de los españoles paguemos el agujero generado por el despilfarro de las entidades locales y crea el Fondo para la financiación de los pagos a proveedores. y el real decreto-ley

Para el Fondo para la financiación de los pagos a proveedores de los ayuntamientos despilfarradores los españoles dedicamos 6.000 mil millones de euros, de los que 1.500 millones de euros se pagaron en 2012.

Rebaja de los intereses para las Comunidades autónomas sin disciplina fiscal

Otro real decreto ley, el real decreto-ley 21/2012, de 13 de julio, de medidas de liquidez de las Administraciones públicas y en el ámbito financiero creó el Fondo de liquidez autonómica (FLA) para dar crédito a las comunidades autónomas y ayudarlas a pagar sus deudas.

El dinero que los españoles dedicaron a este fondo en 2012 fue de 18 mil millones de euros. Los créditos concedidos a las autonomías tenían un tipo de interés que ha ido decreciendo desde el 5,18% del año 2012 hasta algo más del 2% en 2014. No todas las CCAA se acogieron a este fondo, sino las que tenían mayor deuda y, por lo tanto, mayor déficit. En 2014 fueron: Andalucía, Baleares, Canarias, Cantabria, Castilla-La Mancha, Murcia y la Comunidad Valenciana.
Ahora está previsto rebajar al 0% el tipo de interés, lo que supondrá
un ahorro de 2.000 millones a las autonomías, ahorro que pagará el Estado, es decir, todos los españoles. De nuevo los peores gestores se ven recompensados por una rebaja de sus deudas a costa del resto de los españoles.

 http://www.boe.es/boe/dias/2014/12/30/pdfs/BOE-A-2014-13613.pdf