viernes, 29 de diciembre de 2017

FELIZ AÑO NUEVO 2018



Seré cada año más joven si soy cada día más libre. La libertad es síntoma de juventud. No debemos empeñarnos en meter a Dios en el tiempo, sino en salir nosotros de él. Soy la ola que aun no se ha dado cuenta de que es océano. El tiempo en el que se desarrolla nuestra existencia tiene mucha importancia, porque se trata nada menos que de una vida digna para emigrantes y refugiados y una felicidad para todos y todas. La vida, supremo valor, la estamos haciendo insoportable para la mayor parte de la humanidad Eso es definitivo. Nuestra reflexión de hoy tiene que estar encaminada a descubrir qué estoy haciendo yo con mi tiempo, cuál es mi compromiso en la vida. Puedo estar malgastando o perdiendo lo que se me ha dado para que lo aproveche, o, mucho mejor, ya lo estoy aprovechando de verdad. Van pasando mis años y con ellos las oportunidades de dar verdadero sentido a mi vida. Esta tiene que ser mi preocupación cuando estamos pasando de un año a otro.

Os deseo un feliz año 2018. 

jueves, 30 de noviembre de 2017

LA ÉTICA, CRITICA A LOS MITOS CAPITALISTAS



José María García-Mauriño
1 de Diciembre de 2017

A.- Filosofía de la crítica:
“Criticar es juzgar con valentía, es identificar méritos y debilidades; desvelar lo oculto, actuar de forma abierta y no dogmática; llamar a las cosas por su nombre. Es una actividad que implica riesgos porque teme los juicios que puedan descubrir sus errores y debilidades. La crítica es, por naturaleza, polémica; genera discordias y enemigos, pero también amigos. Puede producir ideas y conocimientos, así como cambios, siempre necesarios, en las obras y en los seres humanos. De allí que lo normal es que el poder establecido o dominante trate siempre de suprimir o de ocultar la crítica. Ser crítico no es fácil”.

B.-Criticamos varios mitos, propios del capitalismo:
Aquí, entendemos por mito esas verdades ocultas que se repiten constantemente, que el sistema no quiere que aparezcan, y que el pensamiento crítico poco a poco las va descubriendo.

1.- Frente al mito del Fatalismo
El fatalismo es una verdad que no se tiene interés en que aparezca, que se oculta y que la reflexión crítica pone al descubierto.
Nos quieren hacer creer que ya todo el futuro está prederminado, “escrito está”,  la voluntad humana no puede hacer nada. Es el final de la historia, ya no hay nada que hacer, ya está todo dicho, hecho y pensado. No hay más que seguir el camino ya trazado. Como las vías del tren, no se puede salir de ellas sin descarrilar. Fuera del sistema capitalista, fuera del mercado no hay salvación. Es el pensamiento único.

La Ética opone la libertad de pensamiento: pensar de forma distinta del pensamiento único no es nada fácil. Existen otras formas de interpretar la realidad. Se trata del Pensamiento crítico: hacer análisis de la realidad desde otros presupuestos, como el de la libertad,  cada uno piensa por sí mismo y en grupo,  tiene razones, argumentos, para construir el futuro, debatiendo, contrastando opiniones. El futuro no está escrito, lo vamos haciendo entre todos y todas. El pasado sí está escrito, es la Historia, es posible modificar el presente y construir el futuro. Tener imaginación creativa para proponer otras fórmulas alternativas. Tener la íntima convicción de que la historia la vamos haciendo entre todos, con nuestras pequeñas acciones y compromisos.

2.-  Frente al mito de la Competitividad:
La competitividad es la capacidad de generar la mayor satisfacción de los consumidores fijado un precio, o la capacidad de poder ofrecer un menor precio fijado, o bien una cierta calidad de la mercancía que se ofrece en competencia con otras mercancías. Es decir, que se hunda cualquier otra empresa antes que la mía, poner precios baratos para hundir otra producción, en la escuela sacar mejores notas que otro, ser el mejor de mi empresa, tener un coche mejor que el de mi vecino,  luchar para que nadie me pise el puesto, ponerme por encima de otro, etc. Todo eso es competitividad, no competencia.

Decimos que sí a ser competentes es decir, conocer y saber a fondo los cometidos de su carrera, de su profesión, su trabajo, sea cual fuere, lo mismo ser médico que enfermera que albañil o fontanero, que abogado. Poner a disposición de la sociedad lo que ha aprendido. Saber desarrollar sus cualidades personales. Ser y tener cada uno, cada una, personalidad propia, no ser un producto del ambiente social reinante.

3.- Frente el mito del conformismo:
Estar de acuerdo con el sistema en la forma de pensar y en la forma de actuar. Se conforma uno con lo que hay, hay que acomodarse, no se puede ir contracorriente, es lo que hace todo el mundo…  No nos podemos salir de estas estructuras, eso es malo, está prohibido, es un inadaptado social. Lo que quieren es gente sumisa, corderitos mansos, gente que no piense por sí mismo. Eternos menores de edad.  El infantilismo perpetuo.

Nos situamos en la disidencia,  es decir, significa separarse de la común doctrina, creencia o conducta, afirmamos la insumisión mental, saber decir que NO a este sistema, que esto no está bien, que no nos gusta y además sabemos por qué no nos gusta.

Pensamos en el consumo, comprar, Creo que ser capitalista no es solo cuestión de tener muchos Millones de €, sino de asimilar los valores del sistema, como es la cultura del mercado, el ansia de comprar, sin un pensamiento crítico.

4.- Frente al mito del individualismo y de la decisión personal:
Es la primacía del individuo frente a lo comunitario. Que actúa independientemente del entorno en que viva, como si no existiera el sistema.  En situaciones de grave crisis, ese ¡sálvese quien pueda! es el grito propio de la mentalidad individualista del NL. Las fórmulas que emplea el sistema siempre son individuales. Lo que vale son las decisiones personales, desligadas del entorno social, de la clase obrera, de la familia, etc. En lo laboral, ya no quieren convenios colectivos, sino que cada uno se entienda con su jefe.

El mito del individualismo se basa en la supremacía del individuo como valor supremo por encima de lo colectivo. Aquí reside el fundamento de la libertad, de la propiedad privada, del triunfo personal a toda costa, etc. Esta manera de presentar el progreso del ser humano oculta interesadamente que lo que llamamos sociedad o cultura humana surgió de la cooperación, la solidaridad y la comunicación. Esto es precisamente lo que distingue lo humano de lo animal. El egoísmo salvaje es precisamente la animalidad. 

La ética ofrece una cultura comunitaria en la que todo lo que sea esfuerzo cooperativo y colaborativo, construye una convivencia menos injusta y más solidaria. Propone que el trabajo no nos mantenga ocupados como trabajadores y consumidores, sin apenas tiempo ni espacio para el descanso o el ocio, o  actividades alternativas. La ética espera que la gente actúe solidariamente, es decir, hacia objetivos colectivos, comunitarios, no individualistas. La ética espera que obtengamos lo que podamos por nosotros mismos, pero dentro de unas estructuras que miran  al bien común, que se preocupan de los problemas de otros.

5.- Frente  al mito del Inmovilismo,
Es una verdad constatable que los gobiernos, la gente, no quieren el cambio, quiere continuar con  lo de siempre, y esto nos lo quieren ocultar  y hay que descubrirlo en cada legislatura. El gobierno trata de dejar que las cosas sigan su curso, que continúen como están,  sin  hacer nada que ya se irán arreglando solas, (esto es así, “es lo que hay” y no se puede hacer nada por cambiarlo)
         ¿Es verdad que no se puede hacer nada? Que todo esfuerzo es inútil?

La Ética afirma la cultura del cambio: las cosas, la política necesitan un cambio no pueden quedarse como están, porque como están hacen  daño a mucha gente, que se les niega un mínimo para vivir con dignidad, no se cumplen los DH, cada vez hay más desigualdad,

6.- Frente al  mito de la neutralidad. 
El Gobierno  presenta su gestión como neutral, como que no toma partido por ninguna clase asocial. Y renuncia a toda injerencia en un conflicto o diferencia de opiniones. Es importante no confundirla con conceptos como la objetividad y la imparcialidad. Nos quieren hacer creer que las cosas son como son que el gobierno no se inclina a una parte ni a otra, que mantiene un equilibrio, una equidistancia y no se puede hacer nada por cambiarlas, porque sería favorecer a unos más que a otros. Que los recortes nos vienen impuestos por Bruselas y no se puede hacer nada. Por eso, es fundamental que la gente siga creyendo en la neutralidad de las instituciones sociales, de los gobiernos, de la enseñanza, de los medios de comunicación y de la ciencia. Las personas se creen que pueden ser neutrales en las elecciones y eso es imposible. No hay ningún partido neutral. No hay ninguna persona neutral. Pero los hechos refutan esta cacareada neutralidad, que no se inclina ni a un lado ni a otro, siempre “equidistante”. Creo que no existe el “centro” ¡!! Pienso que es lo mismo que ser de derechas pero que no se dice por vergüenza propia y ajena.

         La ética propone la cultura del compromiso solidario: las cosas, la política, nunca se arreglan solas hay que buscar siempre formas de hacer algo en común, en colectivo,  mareas, reuniones, debates. Todo lo que huela a algo comunitario es un "veneno" para el sistema. La solidaridad no se acaba con dar un dinero para los refugiados.

El éxito y la eficacia son dos valores muy estimados por el sistema:
a)    Frente al éxito, que consiste en,  tener mucho dinero, comprar cosas, tener doble vivienda, que los  vecinos nos alaben, tengamos puestos altos en la sociedad, relacionarnos con gente importante, etc. oponemos una ética fundamental basada en los valores de la libertad, la justicia y la solidaridad.
Sabemos que ser felices es el principal éxito a que debemos aspirar. Esta es la meta de la buena Vida, no el dinero, el prestigio o el poder. A veces es un trabajo anónimo, creativo ("qué malo es ser bueno!", se dice en la película "El Abuelo"); ser honrado, trabajador y buena persona es casi lo mismo que ocupar el último lugar.
b)   Frente a la eficacia: que es conseguir lo que se pretende. Lo que vale es la cuenta de resultados: Una economía saneada, abundante, sin deudas, que va acumulando beneficios  Una vida de comodidad, sin apuros a fin de mes, que los hijos saquen la carrera, hacer un master, tener mucho dinero, relacionarse con gente importante, salir en TV. Eso es lo importante, si lo has conseguido eres eficaz, de lo contrario eres un ineficiente, un fracasado.

La Ética afirma que lo más importante es ser buena persona. Todo tiene importancia para este sistema menos su vida, su felicidad, su persona, el arte de vivir honestamente. Decimos que lo más importante, no es ser eficaz, sino ser buena persona, libre y honrada, de acuerdo con los Derechos Humanos. Es más importante y tal vez menos eficaz según esos valores imperantes del sistema, pero a la larga es más eficaz el respeto a toda clase de personas, ser tolerante y abierto.

7.- Frente al mito de que siempre ha habido pobres y ricos:
No se puede admitir eso como un dogma. Ha habido pobres porque los ricos, se han  hecho ricos, a causa de apoderarse de una serie de bienes básicos para vivir que pertenecen a las personas empobrecidas y apenas les han dejado llevar  una vida digna. Es verdad que la humanidad progresa y que ahora estamos mejor que hace 300 años, pero no progresa para todos igual, unos han acumulado riquezas, poder, dinero y prestigio y otros apenas tienen nada.

8.- Frente el mito de la religión: que predica que hay que sufrir aquí en la tierra, porque luego nos espera un cielo eterno,
 decimos que en esta vida hay que sufrir lo menos posible, porque estamos hechos parta la felicidad, no para el sufrimiento. Y no sabemos nada del más allá, de la existencia de otra vida, es una alienación propia de la Iglesia católica, que no tiene fundamento. No nos “ganamos el cielo” a base de sufrir en esta vida. Hay que vivir en el más acá, lo más honestamente posible, no con la esperanza puesta en  el más allá, del que no conocemos nada.

9. Frente al mito de que la naturaleza humana es inalterable. 
La opinión que se tenga de la naturaleza humana influye también en la política, en el comportamiento de la gente y en sus expectativas. Si se difunde la idea, e incluso se la pretende demostrar “científicamente”, de que la naturaleza humana está creada de una vez por todas ,bien sea por Dios o por el ADN, genoma humano o como se denominen las nuevas “divinidades” de la ciencia, se admitirá fácilmente que las relaciones conflictivas son propias de la condición humana que  siempre es la misma, es invariable, y no de las circunstancias sociales que son variables, que son históricas; y se saca la consecuencia de que la agresividad es propia de la naturaleza humana, no del sistema, y por lo tanto incorregible; que, no vale la pena cambiar el medio social que genera esos conflictos y esa agresividad para con los demás seres humanos. Los efectos sociales de esta tesis son la desorientación, la incapacidad para identificar las contradicciones y sus causas y, lo que es peor, la sumisión y aceptación de la situación existente.

Existe una evolución en la naturaleza humana, desde el Paleolítico superior hasta hoy. ¿Es la misma naturaleza del ser humano (SH) del siglo XVII que la del siglo XX o XXI? Decía Ortega y Gasset, “el SH no tiene naturaleza, tiene Historia”.  El mismo concepto de Naturaleza es dinámico, no estático. Viene de “fisis” (naturaleza en griego) del verbo “fio” que es nacer, crecer, desarrollarse, evolucionar, etc.

Una mirada antropológica:
Más pronto que tarde, los avances científicos nos obligarán a repensar casi todo lo que la filosofía nos ha enseñado y que en buena medida seguimos pensando acerca del ser humano y de su “singularidad”: su autoconciencia y libertad, su razón y corazón, su mente o espíritu. ¿Somos tan singulares como hemos pensado durante miles de años? Necesitamos una gran cura de humildad, que es como decir sabiduría. O humanidad.
Lo cierto es que nos hallamos en camino, seguimos evolucionando, aunque no sabemos exactamente hacia dónde. A las religiones monoteístas y sus teologías, lo mismo que a muchos gobiernos, les está costando más asumir esta visión inacabada, provisional, evolutiva del ser humano; están anclados en un paradigma demasiado antropocéntrico y fixista, ligado a dogmas que consideran revelados e intocables. Pero las ciencias nos irán obligando, nos están obligando ya a superar esa visión.
Las neurociencias demuestran que todo lo que llamamos “humano” depende de las neuronas, que son células, que son moléculas, que son átomos organizados. Y todos los animales, salvo las esponjas, poseemos neuronas, en grados muy diversos de complejidad organizativa. A cerebros más complejos, capacidades más altas. Y esa evolución que nos lleva desde el átomo a la autoconciencia es un proceso unitario de saltos cualitativos, y los saltos cualitativos se producen a medida que se da una mayor complejidad cuantitativa.
Cierto, la mente y los factores sociales que la condicionan contribuyen también a modelar el cerebro, por eso que llaman “plasticidad” del cerebro. Hay una cierta interacción: del cerebro emerge la mente, y la mente actúa sobre el cerebro. La mente o “espíritu” también hace ser en alguna medida al cerebro que nos hace ser inteligentes o espirituales. Los sentimientos, los pensamientos y la conciencia son sin duda más que mera biología (células, genes y neuronas), y la biología es sin duda más que mera química (átomos, moléculas, sustancias). Pero la psicología existe gracias a la biología y no puede existir sin ella, ni la biología sin la química. La mente o “espíritu” no puede ser sin el cerebro. Dependemos de las neuronas para reír y llorar, pensar y hablar, recordar y proyectar, confiar y temer, amar y odiar, ser fieles o infieles, valientes o cobardes. Y para creer y orar, amar e imaginar a Dios para bien o para mal. Nos diferenciamos de las lombrices por el número de neuronas y de conexiones neuronales. Somos más que neuronas, pero siempre por medio de las neuronas, y de los átomos y las moléculas que las forman.
Hay más. Las neurociencias no solo estudian el cerebro, sino que abren caminos para cambiarlo profundamente. Lo que ayer era insospechable es hoy realidad. Lo que hoy solo se empieza a barruntar, e infinitamente más, algún día será realidad. Que sea para bien o para mal, he ahí la cuestión. Pero será. Hace tres meses, en marzo del 2016, 20 años después de que un ordenador venciera al mejor jugador de ajedrez de la época, Gary Kasparov, el programa Alpha Go de Google ganó por 4 a 1 uno al surcoreano Lee Sedol, el mejor jugador mundial de Go, una especie de ajedrez oriental que consiste en ir colocando piedras negras y blancas sobre las casillas de un tablero. Parece sencillo, pero debe de ser más complicado que el ajedrez convencional. Pues bien, un ordenador le puede ganar al cerebro humano mejor preparado. (Arregi, antropología)
10.- El mito de la ausencia de conflictos sociales.
Como consecuencia lógica de lo anterior, se impone el mito de que no existen los conflictos sociales, no existe la lucha de clases. El conflicto se presenta siempre como un problema individual. Desde el punto de vista de la comercialización, la presentación de los problemas sociales como conflictos colectivos requiere mayor esfuerzo, e incluso molesta a los consumidores, nos dicen los investigadores. De ahí que los entretenimientos y productos culturales de mayor difusión estén tan impregnados de violencia individual. La cooperación, la unidad y la lucha colectivas son conceptos que se presentan como peligrosos. 

En resumen:
Al ver este panorama del NL, vemos cada día más urgente una alternativa de vida a este sistema de muerte. Decimos que Sí, que hay alternativas, que no es algo único e inconmovible, que no se ha acabado la historia, que la seguimos haciendo al lado de los débiles y excluidos.

Es decir, frente a los valores propios del sistema,  como competitividad, enriquecimiento, individualismo, oponemos lo propio de la ética,  justicia, solidaridad, participación y cooperación. Pero,  suenan a utópicos, o sea, como si fueran irrealizables… Lo utópico no se da, pero debería darse
Los jóvenes no se unen por valores éticos, sino por “marcas”, Adidas, Puma, Nike, Lacoste, Coca Cola, etc,  La mayoría son esclavos del sistema, aun sin darse cuenta. “Es lo que hay…”

Finalmente: Seguimos proponiendo un cambio de pensamiento y de actitudes
- una actitud global: no ceder ante los dogmas oficiales que dan por cerradas las posibilidades de cambio social:
- no una sociedad de competidores, sino de gente competente, una sociedad solidaria, de hermanos, como dice el art. 1 de Derechos Humanos.
- ir pensando de otra manera, en otro modelo de desarrollo de las personas y de la sociedad;
- no tener miedo a plantearse problemas; no querer defender posturas personales solamente, sino cada vez planteamientos más universales y planetarios.

Para acabar, conviene tener presente que este sistema lleva la carcoma en su interior y pronto o más tarde tiene que caer. La fuerza de la vida siempre prevalece sobre la muerte. La verdad siempre triunfa sobre la mentira. Nos queda ir adquiriendo una  Resistencia esperanzada y humilde porque la historia en un mañana impreciso cambiará. No tenemos especial miedo al futuro porque no tenemos miedo a la vida ni tampoco tenemos miedo al cambio, ni a las nuevas tecnologías, en definitiva tenemos pocos miedos, porque la mayoría de nosotras tenemos poco que perder.


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jueves, 2 de noviembre de 2017

JUSTICIA Y PROPIEDAD PRIVADA



OTRA  PROPIEDAD PRIVADA ES POSIBLE

José María García Mauriño
3 de Noviembre de 2017

Un concepto elemental de justicia, es darle a cada uno lo suyo y consideramos que lo más suyo de cada SH es su vida, Y para vivir cada persona necesita una serie de bienes, que debe poseer como propiedad privada, Pero, tropezamos con el régimen de propiedad privada de signo capitalista. En efecto, la propiedad privada junto con el régimen de asalariado y el mercado, son los pilares del capitalismo. Y en la sociedad capitalista, a pesar de que existen los bienes suficientes para que todas las personas del mundo pudiéramos cubrir con creces nuestras necesidades fundamentales, eso no es así. En el capitalismo es necesario tener dinero para poder satisfacer las necesidades básicas. Y esos bienes necesarios solamente  los podrá adquirir en el mercado a cambio de dinero. Y el dinero solo se adquiere de forma honesta por medio del trabajo. Naturalmente, para poder acceder a ese dinero «imprescindible» en nuestras sociedades, la mayoría de la población debe trabajar asalariadamente, esto es, debe vender en el mercado de trabajo sus habilidades y capacidades productivas, es decir, su fuerza de trabajo, a aquella parte de la población que posee los medios de producción. Pero, todos sabemos que cuando el propietario, persona o entidad,  de los medios de producción paga al trabajador un salario, no lo hace por la totalidad de lo que el trabajador produce, sino que sólo le paga una parte de lo que éste creó con su esfuerzo. Es gracias a la propiedad privada como la persona del propietario o de la institución, consigue apoderarse de una parte del trabajo ajeno sin que eso constituya legalmente un robo. De este modo es como la propiedad privada se convierte en la principal fuente de poder social en las sociedades capitalistas. Y si no hay trabajo, tampoco hay dinero, Y al carecer de dinero tampoco se pueden  obtener los bienes necesarios para vivir. Entonces, se lleva un a vida muy poco digna de un SH.

A)   Justicia:
La justicia (del latín, Iustitia) es la concepción que cada época y civilización tiene acerca del sentido de sus normas jurídicas. Es un valor determinado por la sociedad. Nació de la necesidad de mantener la armonía entre sus integrantes. Es el conjunto de reglas y normas que establecen un marco adecuado para las relaciones entre personas e instituciones, autorizando, prohibiendo y permitiendo acciones específicas en la interacción de individuos e instituciones
Este conjunto de reglas tiene un fundamento cultural y en la mayoría de sociedades modernas, un fundamento formal:
  • El fundamento cultural se basa en un consenso amplio en los individuos de una sociedad sobre lo bueno y lo malo, y otros aspectos prácticos de como deben organizarse las relaciones entre personas. Se supone que en toda sociedad humana, la mayoría de sus miembros tienen una concepción de lo que es justo, y se considera una virtud social el actuar de acuerdo con esa concepción.
  • El fundamento formal es el codificado formalmente en varias disposiciones escritas, que son aplicadas por jueces y personas especialmente designadas, que tratan de ser imparciales con respecto a los miembros e instituciones de la sociedad y los conflictos que aparezcan en sus relaciones.

El término justicia viene de Iustitia, y Ulpiano, jurista romano del siglo I,. la definió así: Iustitia est constans et perpetua voluntas ius suum cuique tribuendi; "La justicia es la constante y perpetua voluntad de dar (conceder) a cada uno su derecho". Hoy decimos que se trata de reconocer a todo SH  los Derechos Humanos.

Suum cuique tribuere. (Definición de Ulpiano), Es darle a cada uno lo suyo. Y lo más suyo de cada uno, de cada una, es su vida. Cada persona, tiene que tener, tiene que poseer, un mínimo de bienes para poder vivir, es lo suyo, lo propio, de lo que se apropia para poder vivir. Es uno de los 4 principios éticos indiscutibles:

1.- Pacta sunt servanda: : respetar y cumplir lo pactado.
2.- Alienum non laedere: no hacer daño a los demás
3.- Suum cuique tribuere: darle a cada uno lo suyo
4.- Honeste vivere: vivir honestamente.

La justicia tiene un fundamento cósmico: el orden en la naturaleza; ciclos naturales: verano otoño, invierno, primavera. Este orden no se puede alterar, sería un desorden, algo que no se ajusta a la naturaleza. Es el orden natural: cada cosa, cada ciclo tiene su sitio y cada cosa tiene su función, en  el cosmos y en  el SH. y esto se aplica a los seres humanos, en su dimensión individual y el su dimensión social. Un orden social no basado en la naturaleza es un desorden, una injusticia. Lo difícil es darle a cada uno lo suyo: porque con la Vida que es lo más suyo de cada SH, lo que es de cada uno depende y varía con las condiciones económicas, sociales y políticas de cada individuo, de cada pueblo, en cada momento histórico.

   La justicia es una cualidad, una virtud que debe ser progresivamente descubierta, y replanteada en cada época histórica; siempre se mueve dentro de unos límites nunca claramente definidos y claros.

   La justicia nunca va sola, siempre va acompañada vitalmente, de otros valores vivos, como son la libertad, el amor, la vida, la verdad. Comprenden un síndrome de valores imposible de separar en el interior de la persona.

B)    Propiedad privada capitalista
Cuando hablamos de propiedad privada (pp), aludimos no sólo a la pp de los medios de producción, sino al mismo tiempo a los medios de distribución,  de comercialización y consumo, así como  a los medios farmacéuticos, a los medios de producción de armamento, etc.  De apropiarse de lo que no es suyo como el Petróleo, las fuentes de energía, las eléctricas, la eólica, etc. Se trata de las multinacionales que son emporios de la PP capitalista. Siempre con el fin de acumular beneficios y tratar de dominar en el mundo mundial.

La PP es el campo donde se da la batalla de la lucha de clases. Los ricos y el proletariado. Los pobres no odian a los ricos, no quieren ser como muchos de ellos, sino que los que no tienen dinero también puedan vivir con dignidad, que puedan ser propietarios de unos bienes básicos que les pertenecen por ser SH. Luchan por conseguirlos, porque se cumplan los DH.
Propiedad privada son además los derechos de las personas y empresas de obtener, poseer, controlar, emplear, disponer de, y dejar en herencia tierra, capital, cosas y otras formas de propiedad.[] La propiedad privada se diferencia de la propiedad pública, en que esta última se refiere a bienes propiedad del Estado, comunidad o gobierno y no de individuos o entidades empresarias. El concepto de propiedad ha ido sufriendo modificaciones a lo largo de la historia. A finales del siglo XVIII, durante la revolución industrial, la propiedad privada surgió como la forma predominante de propiedad en el ámbito de la producción y las tierras, desplazando a la propiedad feudal, gremios, sistema de talleres de trabajo y producción artesana, que se basaban en la propiedad de las herramientas de producción por parte de trabajadores individuales o gremios de artesanos.
  C) Otra manera de ver la propiedad privada
 E l Derecho de propiedad privada ha sido definido así: “El derecho de propiedad privada es el poder de usar o de abusar de cualquier cosa en la medida que lo permite el derecho civil” "Ius ac potestas re quapiam tum utendi, tum abutendi, quatenus iure civili permittitur". Definición de Hotman jurista italiano del s.XVI. Esta definición ha sido adopatada posteriormente por las estructuras jurídicas.

Vamos a ver qué es lo que hay detrás  de esa definición:

La naturaleza produce constantemene un serie de bienes, cuya propiedad es comuún para que puedan vivir todos los hombres y mujeres del mundo, son bienes universales. Por otra parte, existe una serie de bienes que son  necesarios para que viva todo Ser Humano. Y cada uno, cada una, toma de ese acerbo común lo que necesita para vivir. Es el valor de uso. Si no tiene esos bienes, si no los puede tener, si no los puede usar, peligra su vida o se muere. Poseer esos bienes en régimen de propiedad privada, es decir, poder usarlos para vivir, es cuestión de vida o muerte, en eso consiste el  Derecho de propiedad privada. El valor de uso, de un uso sobrio de esos bienes, se puede decir, que es de derecho natural. Estimo que estos bienes son de derecho natural, porque son necesarios para mantener la vida humana, son  propios de la misma naturaleza humana. Los otros bienes, los llamados bienes superfluos, los que no son necesarios para vivir, no son de  derecho natural. Y esos bienes necesarios se pueden resumir en estos 5: trabajo, alimentación, vivienda, salud y cultura. La carencia de estos bienes hace casi imposible una vida humana, una vida de cierta calidad humana.

Esos bienes necesarios son “míos” porque uso de ellos para satisfacer mis necesidades básicas, me los apropio, pasan a ser propiedad privada. Una vez cubiertas esas necesidades, esos otros bienes que me sobran, son bienes superfluos, ya no son míos, no me pertenecen, son propiedad del común, de todos aquellos seres humanos que todavía no han cubierto sus necesidades básicas, es decir, de los que están pasando hambre, los que no tienen techo, los  que aun no saben leer y escribir, los que no tienen médicos ni medicinas, etc. Entonces, tengo el deber, la obligación moral, libre, personal, no impuesta por nadie, de devolver lo que no es mío, de lo que me he apropiado indebidamente. Ya no es un “uso” de los bienes, sino un “abuso”. Al mismo tiempo que tengo el poder de usar de esos bienes necesarios, también tengo el poder de abusar de unos bienes que ya no me pertenecen porque son superfluos. Es el “ius abutendi” el derecho de abusar. Y lo que es un abuso, ya no es ético. Evidentemente, tengo derecho a usar de los bienes superfluos a condición de devolver su coste al Tercer mundo. Por ejemplo, si me gasto 3.000 € en una viaje de recreo debería devolver esa misma cantidad 3.000 € a los necesitados del Tercer mundo. Entonces, ya no sería un abuso sino un disfrute compartido, correcto, solidario, justo, Cuando me apropio de algo que no es mío, es un robo, y  tengo la obligación moral de devolverlo. El quedarse con esos bienes, ya no entraría dentro del uso de esos bienes, que es lo propio de la propiedad privada, sino del abuso de ese derecho. En ese sentido no hay que “dar” al pobre cosas que necesita, dar limosnas, eso es un tranquilizante de conciencia, sino devolverle lo que es suyo porque le pertenece y nosotros se lo hemos quitado. El pobre es un “robado”, entre todos y todas le hemos quitado unos bienes básicos que le pertenecen por derecho natural, y se encuentra metido en unas estructuras de pobreza y desigualdad que apenas le dejan espacio para sobrevivir.

Un bien necesario es tener una casa para vivir, por eso se llama vivienda. Y eso es de derecho natural  porque uso de ella para vivir, sea en régimen de propiedad o de alquiler. El Capitalismo. promueve y prefiere el régimen de propiedad al régimen de alquiler, y se llega a la ”burbuja inmobiliaria”. El  Capitalismo  controla perfectamente las propiedades inmobiliarias Pero, tener varias casas, pìsos o viviendas, como un chalet en la sierra o un apartamento en la playa, no es de  derecho natural.  No las tengo para vivir, sino para invertir, o para disfrutar. No solo tienen un valor de uso sino que además tienen un valor de cambio. Tienen un precio. Pueden ser un aval para pedir un  préstamo al banco. Es lo propio del  Capitalismo  que favorece no sólo el uso sino el abuso de propiedades. Ya no son bienes necesarios, sino bienes superfluos. Abusa, porque acumula casa sobre casa. Y el Capitalismo a fuerza de acumular, va despojando a otros del derecho natural de tener bienes necesarios, como es tener una vivienda, un sitio para vivir. Unos pocos abundan en casas y hay otros muchísimos que carecen de vivienda. El tener varias casas no es una  necesidad, es un lujo. Son bienes superfluos, lo mismo que viajes de turismo, de recreo, compras de artículos caros, inversiones beneficiosas, espectáculos, fiestas, comidas, trajes, vestidos, etc. Suponen un volumen de gastos que exceden con mucho los bienes necesarios. No se necesita tanto para vivir, sino para comodidad, o para disfrute, Mi comodidad o disfrute se basa entonces en negar bienes básicos  a la mayoría. No es un problema individual, no es asunto estrictamente personal: “con mis bienes hago lo que me da la gana”. Es un tema estructural. El  Capitalismo ampara y protege la propiedad privada lo mismo el “ius utendi” [de los bienes necesarios] que el “ius abutendi” [de los bienes superfluos] como uno de los pilares de la acumulación incesante de beneficios.

El Capitalismo  ha hecho de los bienes superfluos, bienes necesarios, ha creado la sociedad del consumo para enriquecimiento de unos pocos. Lo público, lo que es de todos y de todas, incluidas las generaciones futuras, es siempre prioritario sobre lo particular y lo privado. La propiedad privada es un instrumento del Capitalismo para poder dominar, no para poder vivir. Recordemos que los bienes de la Tierra son patrimonio de toda la humanidad para vivir, como son el agua, la tierra, los minerales, los animales, el aire, etc. no pueden ser propiedad de nadie, son para uso y disfrute de todos los Seres Humanos junto con el Planeta. El Capitalismo ha creado una conciencia individualista que no mira a su entorno, ha promovido una mentalidad sumisa. Para el Capitalismo, la propiedad privada es sagrada, algo divino y eso no se toca. Es un concepto de propiedad privada que solo beneficia a unos pocos en contra de la mayoría.  Los que se atreven a tocarla son malos, son populistas, son comunistas.

Algunos que disfrutan de propiedades superfluas, aunque sean muy buenas personas, tienen una mentalidad capitalista, no quieren devolver nada, porque  consideran que no han quitado nada a nadie, todo eso es suyo y con lo suyo hace lo que le viene en gana. Devolver significa de alguna manera empobrecerse, quedarse con menos, y eso no se puede tolerar. Lo que hay que hacer es elevar el nivel de los pobres, de los que no tienen. Eso es lo que dice la derecha. Sí, de acuerdo, pero que no me toquen el bolsillo, la propiedad privada es sagrada. Eso es cuestión del Estado que reparte muy mal, o no reparte nada. Se olvida que la posesión de bienes si son universalizables, es decir, si pueden ser de uso para todos los Seres Humanos,  son éticos, de lo contrario, van en contra de valores éticos fundamentales, como pueden ser la justicia, la libertad, o la paz. No todos los Seres Humanos del planeta pueden alcanzar el grado de desarrollo tecnológico que tenemos en Occidente, se hundiría el Planeta. Para que la inmensa mayoría de la humanidad pueda sencillamente vivir, es preciso que todos y todas vivamos con sencillez, es decir, sin abusar de los bienes comunes que nos corresponden. Eso decía Gandhi. No sería ético, por ejemplo, que me comprara un “Ferrari”, un coche que cuesta 45 millones de €, porque no es universalizable, me puedo comprar un coche más modesto que de hecho está más extendido a todos y todas. Lo que tampoco es universalizable es tener al mismo tiempo, lavadora, coche, microondas, nevera, ordenador, móvil,  lavavajillas, licuadora, etc. y que todo el mundo tenga lo mismo que tengo yo.¿Es eso elevar el nivel de los pobres? Ese conjunto de bienes no es exportable a toda la humanidad. Y se puede vivir sin muchas de esas cosas y de hecho se vive mejor.

Todas estas reflexiones son muy actuales, pero no son nuevas. Provienen de más atrás, del siglo IV A.C. de las XII tablas, el código más antiguo del Derecho Romano, que se consideraba sagrado. Después, en el siglo XIII, ya lo decía un sabio, llamado Tomás de Aquino en la suma teológica (1-2 q.94 a.5 ad 3, y 2-2, q.57, a.3). Es la doctrina más ortodoxa que existe sobre la propiedad privada., aunque parezca revolucionario. Lo que puede ser más moderno es la definición del siglo XVI, de Hotman, pero el contenido es el mismo. A Tomás de Aquino le hacemos caso cuando nos conviene, pero cuando toca nuestro bolsillo se nos olvida completamente.

D) La propiedad privada, hoy
cuando llevamos semanas, meses, años de interminables casos de corrupción, es decir, de apropiarse de los bienes públicos en beneficio del bolsillo privado, y que cada caso es el penúltimo, porque nunca es el último. y todos sabemos que afecta cada vez más a la cúpula y las entrañas del partido del PP que nos ha desgobernado con la bendición de casi todos los obispos de la Iglesia católica, El problema fundamental no es la corrupción, el problema es la injusticia, la incesante desigualdad.
Yo no soy mejor que los políticos, por acción u omisión. Solo que les pago yo, les pagamos nosotros. ¿Para eso les pagamos? ¿Y para que los 27 jefes de estado de la Unión Europea se reúnan en Bratislava año 2016, para preguntarse cómo defendernos de los refugiados y crecer más y luego pasearse juntos por el Danubio en un crucero de lujo? ¿Para que los líderes del G20 se reúnan en China, Hangzhou, para hacerse una foto y decirnos que hay que “civilizar el capitalismo” sin comprometerse a tomar medida alguna? ¿Para que, muerto afortunadamente el TTIP,(el tratado de libre comercio de EEU con la UE) nos endosen a hurtadillas el CETA (Tratado de USA-Canadá con la UE) que debe de ser aún peor para todos y mejor para las multinacionales? ¿Quién lo puede entender?  ¿Dónde está la Justicia?
Es absurda, pero muy sencilla, la lógica de un mundo donde manda el dinero. El dinero es la máxima prioridad de todos los negocios. Y el holocausto universal ofrecido al Capital es terrible: hemos esquilmado las selvas y las minas, agotado los enormes pozos de petróleo, envenenado el agua y el aire; cada vez menos gente se ha hecho más rica y cada vez más gente se ha vuelto más pobre. He aquí el mundo regido por una economía regida por el dinero. Un mundo roto y cruel, un planeta masacrado, inhabitable
Ningún muro, valla ni ejército podrá contener a las multitudes, continentes enteros desesperados por la miseria y la guerra. El Estado socialdemócrata del Bienestar fue un paso adelante, pero respondía a la misma lógica. El bienestar de los países ricos se logró a costa de los países más pobres, expoliados de sus materias primas y obligados a comprar los productos elaborados con ellas al precio impuesto por los países explotadores. Cuanto más efímeros sean los productos antes caducarán, y más deberá comprar la gente y más podrán producir las empresas e invadir el mundo, y ganar y ganar.
Un “mundo al revés”, donde la gente se mata a trabajar para tener más dinero, pero no lo pueden disfrutar porque cuanto más tienen más aumenta la codicia propia y la envidia ajena. Un mundo donde “los adultos están atados al trabajo como perritos a una cadena”, y solo se reconoce como trabajo lo que da dinero, todo para mayor beneficio de unos pocos, los que producen más barato y pagan menos salarios.
¿Eso es crecer?. Que engorde la víctima para el sacrificio común. El pez grande se come al chico, pero siempre habrá alguien más grande, y ¿qué comerá el más grande cuando lo haya devorado todo y se quede solo, cuando no tenga a quién vender, cuando la mayoría pobre no tenga con qué comprar? Algún día ha de reventar este sistema, verdadero antisistema, donde la especulación está sustituyendo a la producción, los bancos a las fábricas, los bonos y las acciones a los víveres, donde los Estados destinan el dinero de la gente a rescatar a los bancos que quiebran y que una vez rescatados ahogarán a la gente con sus préstamos e intereses. Algún día estallará este mundo al revés. Ya está estallando: ningún muro, valla ni ejército podrá contener a las multitudes, continentes enteros desesperados por la miseria y la guerra.

Por otra parte, si el gobierno francés dice que no hay dinero para los servicios públicos, no es menos cierto que le sobra dinero para las guerras neocoloniales en que Francia se ha inmiscuido al lado de los EEUU y Gran Bretaña. ¿De verdad no hay dinero?

E) Lo que dicen varios autores

a) El derecho romano s.1, “suum cuique tribuere”. Dar a cada uno lo suyo.
b) Siglo XVI Hotman, “ius utendi et abutendi”. Derecho a usar y abusar de las propiedades que tengo.
c) Lo que dice Locke, filósofo del s. XVII: partidario de la P. privada burguesa. Propugna el D, de p. privada por ser un D. natural, La naturaleza del SH .-argumenta el autor- es ser propietario de su vida, de su libertad, de sus bienes. El Estado debe proteger la P. con sus leyes. También dice que nadie tiene derecho a acumular más allá de lo que puede consumir, Se trata de un individualismo posesivo.
e) Lo que dice Proudhon, sociólogo del s. XIX: la Propiedad. es un robo. Proudhon creía que la concepción habitual de la propiedad combina dos componentes distintos: la diferencia entre la propiedad como una forma de tiranía y la propiedad usada para proteger la libertad. Argumentó que el resultado del trabajo del individuo, aquel en el que se ocupa con regularidad, genera una forma legítima de propiedad. Pero se opuso a que la tierra no ocupada fuera concebida como una forma de propiedad legítima, aceptando solamente una forma de "posesión" sobre la tierra en virtud de su real ocupación o trabajo.
f) Lo que dice Marx, del s, XIX: la P. privada de los medios de producción. es una explotación. En El Capital, Tomo I, al final, Marx escribe sobre la existencia de dos formas de propiedad privada: la que es producto de la explotación del trabajo ajeno o enajenado; y la que es producto del trabajo propio. El punto es interesante, pues Marx sostiene que en esencia, la propiedad privada, se origina por creación y recreación de la explotación humana; por la desposesión iniciada y acumulada de un sector de la población y evoluciona, según Marx, en los conocidos modos de producción esclavista, feudal y capitalista.
g) Lo que dice la Declaración Universal de DH,  del  S. XX 1948,
dice el art,17 de DH: 1. Toda persona tiene derecho a la propiedad, individual y colectivamente. 2. Nadie será privado arbitrariamente de su propiedad


A DEBATIR: ¿sería ético el acumular bienes más allá de lo que es suficiente para vivir? Digo “acumular” que es mucho más que el mero tener.  ¿Sería ético acumular bienes más allá de lo que es el propio trabajo? ¿Qué clase de trabajo propugnamos? ¿vale cualquier tipo de trabajo, por ejemplo el del banquero, un profesor, un comerciante de droga, o traficante de personas, de niños o mujeres?



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domingo, 24 de septiembre de 2017

Por una Espiritualidad laica



EL MENSAJE LAICO DE JESUS DE NAZARET

José María García Mauriño
                                                                  Setiembre de 2017

Voy a intentar hablar del mensaje laico de Jesús. De entrada nos podemos preguntar ¿Por qué precisamente es laico el Mensaje de Jesús? Porque desde nuestra fe, parecería como que todo lo que viene de Jesús tendría que ser un mensaje religioso, lo mismo que lo que viene de un médico tiene que ver con las enfermedades, o lo que viene de un economista tiene que ver con el dinero, así lo que tiene que ver con  Jesús tiene que ser religioso, es lo propio de la religión cristiana. Pero, ¿por qué precisamente laico? Es lo que vamos a ver, y por eso, comprobamos que ya en este enunciado hay un problema. Y consiste en el conflicto que se da entre la religión y el mensaje de Jesús. Se trata del conflicto entre lo laico y lo religioso. Y en ese conflicto entre lo laico y lo religioso, Jesús opta por lo laico, y rechaza la religión es decir, opta por el “laos”, por el pueblo, en sus dos acepciones, como pueblo elegido y como “ojlós”, pueblo, que se traduce como muchedumbre, como multitud. Entendemos que la religión consiste en una relación con Dios que se realiza por medio (relación “mediada”) de  mediadores asociados a jerarquías, es decir, el clero (papa, obispos, curas), que entrañan un sistema de ritos, rangos y poderes sagrados, que implican dependencia, obediencia, sumisión y subordinación a superiores que son invisibles.El mensaje de Jesús es laico, no es religioso. El fue un profeta laico que anunció un mensaje tan profundamente humano que llega a toda la humanidad, tan profundamente laico que es subversivo al no acomodarse al orden establecido.

(Permítanme una nota de erudición: la palabra “laos”, pueblo, sale 55 veces en el Evangelio y tiene el significado teológico de pueblo elegido. La palabra “demos”, pueblo, sale solo 4 veces y significa pueblo desde el punto de vista sociológico. Y la palabra “ojlós”, pueblo, se repite 175 veces y significa esa muchedumbre de pobres, de campesinos, de niños, de gente inculta y analfabeta, de gente que no tiene nada, de enfermos, de vagabundos, de mujeres embarazadas, de prostitutas, de ladrones, etc. El pueblo lo forman esas multitudes que seguían a Jesús, Mt. 4:25 Lo siguieron grandes multitudes procedentes de Galilea, Decápolis, Jerusalén, Judea y Transjordania. Mt. 5:1 Al ver Jesús las multitudes subió al monte, se sentó y se le acercaron sus discípulos. Mt. 7:28 Al terminar Jesús este discurso, las multitudes estaban impresionadas de su enseñanza.)

Vamos a examinar este conflicto en tres apartados para tratar de verlo con la mayor claridad posible. Jesús es un profeta laico, el mensaje de Jesús es universal y su mensaje es subversivo.

1.- Jesús fue un Profeta laico:
Solo un  laico como Jesús puede predicar un mensaje laico, no religioso.
Jesús fue un profeta laico. No fue sacerdote, ni funcionario de la religión, ni maestro de la ley, ni  nada parecido. Es más, Jesús vivió y habló de tal manera que pronto entró en conflicto con los dirigentes de la religión de su tiempo, los sacerdotes y los funcionarios del Templo, que eran los representantes oficiales de “lo religioso” y “lo sagrado”.

Jesús no es un líder religioso, al estilo de Nelson Mandela, Martín Lutero King, o Gandhi, o Dalai Lama. (Aunque sean también profetas de nuestro tiempo).Y los cristianos no somos seguidores de un líder religioso, sino que seguimos a un Profeta laico

El  líder es una persona que es seguida por otros que se someten a su autoridad. Suelen tener un indiscutible peso moral o político o espiritual entre la gente. Jesús cita frecuentemente a los profetas de Israel y explica su misión como cumplimiento de la profecía de Isaías: El Espíritu del Señor descansa sobre mí, porque él me ha ungido. Me ha enviado a dar la buena noticia a los pobres, a proclamar la libertad a los cautivos y la vista a los ciegos, a poner en libertad a los oprimidos, a proclamar el año favorable del Señor”.

Un profeta no es el que pronostica el porvenir, el profeta no es  un adivino. “Es un hombre llamado por Dios para trasmitir su palabra, para orientar a sus contemporáneos el camino a seguir en sus vidas”. Jesús es el último de los profetas de Israel. Es el que anuncia el Reino de Dios, aunque no lo define, es el que  anuncia la liberación de los pobres.

Jesús fue un profeta que vivió de tal manera que en cuanto empezó a actuar y hablar en público, entró en conflicto con los responsables de la religión, los teólogos, y los más estrictos observantes. Jesús no aceptó la religión de su tiempo. Lo central en la vida de Jesús no fue lo religioso, sino lo humano y la humanidad. Jesús se puso de parte de la vida y de la felicidad de los seres humanos. Jesús fue un  piadoso israelita que tuvo una fuerte experiencia de Dios, a quien llamaba Padre y que fomentaba la oración no en el templo, sino en el monte, en sitios solitarios y silenciosos. La religiosidad de Jesús no estuvo vinculada al templo ni a los rituales sagrados. Porque la Religión siempre fomenta la desigualdad y también la sumisión. Jesús era un hombre libre que vivía la fraternidad.

Dos principios netamente humanos, la libertad y la igualdad, enunciados en el art, 2 de los Derechos Humanos, chocan frontalmente con la religión. Porque la religión es jerarquía y obediencia y produce desigualdad y sumisión.Por supuesto, jerarquía y obediencia a Dios. Pero no sólo a Dios. Sino jerarquía y obediencia a Dios a través de los “mediadores”, es decir, del clero (papa, obispos, curas) que son parte  esencial en la religión. Ahora bien, jerarquía es lo mismo que desigualdad (de rangos, dignidades, poderes, categorías...). Y jerarquía es lo mismo que sometimiento, de unos (los que obedecen) a otros (los que mandan). Sometimiento en dogmas, ritos, normas, tradiciones...). Por tanto, donde hay religión no puede haber libertad, ni puede haber igualdad. Lo cual no quiere decir que donde hay relación con Dios no pueda haber libertad, ni pueda haber igualdad. Una cosa es la relación con Dios. Y otra cosa es la relación con la religión de lo sagrado, con sus jerarquías y sus consiguientes desigualdades y sumisiones. Jesús es contrario a la religión, no fundó ninguna religión.

Jesús es el profeta de la libertad. Cumplió perfectamente la profecía de Isaías de proclamar la libertad a los cautivos de la ley religiosa, y la libertad a los oprimidos por el sistema. Pensó y actuó completamente independiente, al margen de la mentalidad oficial impuesta por la religión establecida y por la política del imperio. Jesús ofrece una visión diferente de la oficial, mira al mundo desde abajo, una mirada a ras de suelo capaz de darle la vuelta a lo que existe. No se sometió a los dictámenes de las jerarquías políticas y religiosas de su tiempo. Por no someterse a ese imperio de la ley, Jesús fue perseguido, insultado, amenazado, juzgado, condenado y ejecutado por los representantes jerárquicos y mandatarios de la religión del templo. Y por las amenazas y condenas de los poderosos del imperio romano.

La religión y la política fomentan la mentalidad sumisa, para mantener su poder. Y sabemos por experiencia que la sumisión sin condiciones, (porque lo ha dicho el papa o los Obispos, o lo ha dicho el Presidente del Gobierno) nos da seguridad. Es un hecho que la Iglesia da abundantes muestras de estar más interesada en imponer deberes a la gente, que en defender los derechos de los ciudadanos. Y esto es lo que, desemboca en un sistema “moralmente empobrecido”.Porque fomenta y desarrolla en las personas caracteres de servilismo, de infantilismo, que suplica y espera los “favores” del amo, del patrono, del superior o del jerarca que gobierna. El mensaje de Jesús es todo lo contrario, nos ofrece libertad.

            Todo esto es lo que explica por qué Jesús no se pone de parte de  la jerarquía, sino que se puso de parte de “los últimos”. Y se enfrentó con “los primeros”. Estuvo siempre con  los de abajo, no con los de arriba. También se puso de parte de “los pequeños” (los niños), y se enfrentó a “los grandes” (los sumos sacerdotes). De la misma manera que tuvo conflictos con “los poderosos” y se hizo amigo de “los débiles” (cf. Lc 1, 51-53). En otras palabras, Jesús se puso de parte de las víctimas del sistema religioso-político, que se basa y se mantiene sobre el fundamento de las jerarquías sagradas, los poderes sagrados, las dignidades que vienen de arriba, de los privilegios que merecen los dignatarios de “dios”...

Jesús vivió de tal manera que su relación con el templo fue tal, que las jerarquías de la religión se dieron cuenta de que lo que ellos representaban y lo que Jesús representaba eran dos cosas incompatibles. Por eso los jerarcas de la religión lo condenaron a muerte (cf. Jn 11, 47-53) La religiosidad de Jesús fue una religiosidad alternativa a la judía, una religiosidad que no soporta las ataduras con los poderes del orden presente: el honor, el dinero, el poder, para someter a los demás.

Jesús fue un hombre, nacido de mujer. Pero, en aquel hombre se reveló Dios. Por tanto, en Jesús, Dios se fundió y se confundió   con lo humano. Lo que aparece en los evangelios es que las tres grandes preocupaciones de Jesús fueron: 1) que la gente esté sana, no enferma (curaciones); 2) que la gente no pase hambre (comidas) 3) las relaciones humanas, o sea que sepamos respetarnos, tolerarnos, ayudarnos, entendernos y querernos. Esa es la clave de los grandes intereses de Jesús. Lo cual quiere decir que Jesús planteó una religiosidad totalmente laica, de forma que sólo desde la laicidad, es posible entender el Evangelio y vivirlo.

Las características esenciales de Jesús como profeta se pueden resumir en estos tres aspectos:

1)       Jesús es un profeta itinerante:
Jesús no es un hombre que se queda en su casa de Nazaret, tampoco se instala en Cafarnaúm, sino que recorre las aldeas de Galilea. Su predicación fue en Galilea. (Mc.1,14). Jesús, para realizar su misión docente, no se fue a la capital, Jerusalén, ni siquiera a la importante provincia de Judea. Jesús se fue enseguida a una región lejana, habitada por humildes campesinos y pescadores pobres. Esto significa que la primera decisión importante que tomó Jesús, fue la de irse a vivir y a desarrollar su actividad, a predicar su mensaje, en la región donde está el pueblo más pobre y desheredado, a Galilea. Al llegar a una aldea Jesús  busca el encuentro con los vecinos. Se acerca a las casas deseando paz a las madres y a los niños. Recorrió casi todos los pueblos situados en torno al lago. Nunca estuvo ni en Séforis ni en Tiberiades. El profeta es un hombre público: su lugar es la calle, la plaza pública, los senderos, el campo. Se halla en contacto directo con su mundo, con los vecinos, con los campesinos pobres. Va a la sinagoga donde los vecinos se reúnen los sábados. Conoce el desencanto de la gente, la opresión de los políticos, el lujo de los poderosos.

2) Jesús es un profeta subversivo.
Lo que la gente percibe de su predicación es que Jesús pone en cuestión la soberanía absoluta y exclusiva del emperador romano. Para entrar en el Reino hay que salirse del imperio de Roma. No es posible servir a dos señores. No es posible aceptar el Reino acogiendo a Dios Padre, defensor de los pobres y seguir al mismo tiempo acumulando riquezas a costa de ellos. Por eso, entrar en el Reino, aceptar los valores del Reino, es salirse de ese imperio donde tratan de imponerse los jefes de las naciones y los poderosos del dinero. De esto habaremos más adelante.

3)    Jesús es un hombre amenazado:
Es amenazado porque no invita a la gente a la resignación, sino a la lucha esperanzada. La actual situación tiene que cambiar. Lo que anuncia es el Reino que tal y como él lo presentaba tenía que ser algo muy sencillo al alcance de aquellas gentes. Lo primero de todo y lo más importante es la Vida y la felicidad de la gente, luego vendrá la religión. No quiere que se hagan falsas ilusiones, sino que recuperen su dignidad. Jesús comunica su propia experiencia de Dios, no la que se venía repitiendo en todas partes de modo convencional. Eso no satisface a nadie. El anuncio del Reino es una denuncia de la injusticia y la opresión. Hoy, el anuncio del Reino es anunciar una sociedad alternativa, proclamar que “otro mundo es posible”, otro mundo donde no reinen los imperios, ni los césares, ni los falsos dioses como el Dinero y el Mercado. Jesús anuncia la liberación de los pobres, una vida humana digna para todos. Los poderes políticos y religiosos no podían soportar semejante lenguaje y le perseguían y amenazaban de muerte constantemente. El que yace en la cruz es un delincuente, condenado por no someterse al poder religioso ni al poder político. A su lado están dos subversivos políticos (es  lo que significa la palabra griega “lestai”) no entre dos vulgares ladrones como nos han  dicho tantas veces.

2.- El mensaje laico de Jesús es un Mensaje universal :
El mensaje de Jesús por ser laico es universal. Porque lo laico es aquello que pertenece al pueblo, a aquello que somos todos y en lo que coincidimos todos, es decir, en la igualdad, porque todos somos seres humanos, al margen de toda creencia o etnia, cultura o ideología. Todos pertenecemos a la única raza humana que existe en el Planeta Tierra. Abarca a toda la humanidad de todos los tiempos y culturas, es lo más profundo de la existencia humana.

Jesús presenta un mensaje que va más allá de cualquier religión, está destinado no solo al pueblo elegido, sino a toda la humanidad, a todos los seres humanos. Jesús es patrimonio de la humanidad, no solo de los creyentes. Rebasa completamente las fronteras de la Iglesia católica y las demás iglesias cristianas. Nos ha dado a conocer a Dios, como Padre, como dador de vida, que quiere la vida y la felicidad para todos los seres humanos, sin ninguna distinción de razas ni de credos, porque todos son sus hijos e hijas. La inmensa mayoría son pobres, en la actualidad suman más de las 2/3 partes de la humanidad. Esta es su elección y su predilección. El Dios de Jesús es el mismo dios que el Dios de los musulmanes, o budistas o protestantes, hinduistas, sintoístas o confucionistas. Existe un solo dios.

3.- La laicidad del Mensaje de Jesús:
Hay tres pasajes que indican la amplitud y la laicidad del mensaje: una, lo encontramos en las bienaventuranzas, otra, en la misión de los 72, y la tercera, en el juicio final.

1) La fuerza de las llamadas Bienaventuranzas no está en su religiosidad, sino en la alternativa laica que promete. El reino de Dios se traduce hoy por la sociedad alternativa. El reino está presente no en lo religioso sino en lo laico, en lo que coinciden todos los seres humanos, y se identifica con lo ético, con la forma de vivir. La formulación laica de las llamadas bienaventuranzas se da en hoja aparte.

2) En esa misión  lo que Jesús encomienda a los 72 discípulos no es  ninguna tarea religiosa, tal  como sería enseñar una doctrina, dar una catequesis, organizar unas celebraciones rituales, o imponer unos mandamientos divinos. Nada de eso. Lo que les encarga es una tarea secular, laica. ¿En qué consiste?  En remediar en lo posible el sufrimiento humano: “curad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad demonios (Mt, 10,8). Es decir, en su conjunto, se trata de curar las heridas que ha producido ese sistema político-religioso que reinaba en  Israel y que se parece mucho al que tenemos ahora. Y además, todo eso darlo de balde, sin cobrar nada. Jesús no encomendó a los discípulos una misión religiosa, sino una misión humanitaria.

3) En el relato del Juicio Final, todos sabemos cuál es el criterio de Jesús: en ese mensaje a todas las naciones, lo definitivo en el momento culminante de enjuiciar nuestra vida, no tendrá nada que ver con la religión, sino con lo que hagamos o dejemos de hacer, con los más necesitados y excluidos de la sociedad. Es decir, con los que tienen hambre, con los emigrantes, los enfermos, los presos, las prostitutas.

4.- El Mensaje laico de Jesús es un  mensaje subversivo:
Jesús no fundó la Iglesia, ni la religión, sino un movimiento de fe, implantando en el mundo una revolución. En el Evangelio de Lucas, en el interrogatorio ante Pilatos, las masas le gritan tratando de acusarle: “Este subvierte (solivianta) al pueblo enseñando por todo el  país empezando en Galilea”. Soliviantar, es “Inducir a alguien a la oposición o a la rebeldía”: incitar, agitar, alborotar. El verbo griego νασεω aparece solo dos veces en el NT: Mc 15,11: “Pero los sumos sacerdotes incitaron a la multitud a pedir que les soltara mejor a Barrabás”. Y en (Lc 23,5) el pueblo, la muchedumbre, le acusa ante Pilato; “Ellos (la gente) insistían “Solivianta al pueblo enseñando por todo el país judío; empezó en Galilea y ha llegado hasta aquí.” 

(Otra nota erudita: Lucas 23:5 ο δ πσχυον λγοντες τι νασεει τν λαν διδσκων καθ᾿ λης τς ουδαας, κα ρξμενος π τς Γαλιλαας ως δε. La traducción literal es: “Ellos insistían diciendo que solivianta al pueblo enseñando por toda Judea, empezando desde Galilea hasta aquí”.
El verbo “anaseíô” аνασειω está compuesto por la preposición “ana” y el verbo original “seíô”. Este verbo significa “agitar, sacudir, hacer temblar”. De este verbo deriva “seismós” de donde viene nuestro ·”seismo”, terremoto. La preposición “aná” significa “arriba, hacia arriba”. Es muy significativo el verbo “anístemi” (ana-hístemi), que significa “colocar hacia arriba, levantar” y que es el verbo que se utiliza con frecuencia para designar la resurrección: “Dios lo levantó de entre los muertos” o simplemente “Dios lo levantó, lo resucitó”. Aquí significa levantar al pueblo contra los de arriba.)

Soliviantar significa mover el ánimo de la gente para inducirle a adoptar una actitud rebelde u hostil en orden a cambiar el orden público y moral, dice el Diccionario de Lengua. La manera de soliviantar que tiene Jesús no es violenta, es “enseñando”. La enseñanza es una forma de subvertir el orden establecido: poner las cosas patas arriba. Jesús no estaba de acuerdo con la escala de valores de aquella sociedad que no es muy distinta de la nuestra de ahora. Lo de arriba lo pone abajo. Lo que consideramos como perdido es lo que vale, lo que todo el mundo estima que es bueno, no es tan bueno. Lo que se tiene por poder es debilidad. Siempre prevalece la vida sobre la muerte, la verdad sobre la mentira, la libertad sobre la dependencia. Y siempre el amor por encima de todo.

La subversión consiste en tratar de sentar los pilares de una sociedad que no se basa en los valores del dinero, el prestigio y el poder, sino en la libertad, la justicia y el amor. Jesús desplazó lo central de la religión de su tiempo, el Templo,  la Ley y  los sacerdotes, hacia lo humano y la humanidad. Se pone de parte de la vida y de la felicidad de todos los seres humanos. El centro de la religión no está en lo dogmático, ni en lo ritual, ni en lo sagrado, sino en lo ético. Jesús nos ofrece un “proyecto de vida”, no una serie de prácticas religiosas. Para Jesús lo sagrado es lo humano, no lo religioso. El proyecto de Jesús (laico) es incompatible con el proyecto de la religión. Jesús rechaza la religión de un Dios excluyente y un Dios violento. Jesús no se identifica con ninguna religión. Tampoco con el cristianismo. Creer en el Evangelio es sacar de nosotros mismos todo lo que es más humano, lo más común de todos los seres humanos, se trata de otra forma distinta de ver el mundo, de entender la sociedad, de crear la verdadera fraternidad que respeta los derechos humanos. No a una espiritualidad desencarnada, sino una vuelta al Jesús histórico que nos anunció un Dios-Padre misericordioso y compasivo, un Dios-Amor que quiere entrañablemente a todos sus hijos, y que denunció a los poderosos que oprimen, y se comprometió con los pobres y excluidos. Menos religión y más seguimiento de Jesús. Seguir a Jesús supone ir detrás de él, renunciar a la seguridad que da el sistema y cargar con la cruz de buscar en cada momento el auténtico modo de acompañarle. Y eso se resume en cuatro afirmaciones que Jesús hizo: “No podéis servir a Dios y al dinero”, “No deis a ningún César lo que es de Dios”, “Sed compasivos, como vuestro Padre celestial es compasivo” y “Los últimos serán los primeros”.

Jesús está por el cambio, no puede dejar las cosas como están, porque el mundo que él vivía era injusto: unos vivían muy bien a costa de otros que lo estaban pasando mal. Jesús no puede quedarse impasible, mirando para otro lado, al ver las masas arrastrándose por la pobreza y la miseria. “Se me conmueven las entrañas al ver a esta gente”. (Mc. 8,2). Lo cómodo es seguir como siempre sin cambiar nada. La indiferencia es la que se queda con los brazos cruzados, no hace nada ante el dolor ajeno. Y esto hace más daño que la misma violencia que causa el sufrimiento humano. No parece que la Iglesia quiera cambiar cosas importantes para la fe de los creyentes.

Permítanme un paréntesis subversivo respecto a la institución Iglesia:
Mientras siga mandando y gobernando la Curia Romana, otra Iglesia es imposible.
Mientras siga vigente el actual Código de Derecho Canónico que entroniza al Papa como un Rey Absoluto, otra Iglesia es imposible.
Mientras esta institución eclesiástica siga atada y bien atada a este Capitalismo perverso, otra Iglesia es imposible.
Mientras siga formando parte de las estructuras de esta Globalización financiera y especulativa, esta Iglesia no puede abrir la boca para pronunciar el Mensaje de Jesús.
Mientras no sea capaz de reconocer los Derechos humanos dentro y los exija hipócritamente fuera, otra Iglesia es imposible.
Mientras siga existiendo el Vaticano como Estado pontificio con sus riquezas, su cuerpo diplomático y su poder político, otra Iglesia es imposible,
Mientras continúe en el entramado político, económico, jurídico y social del mundo de los ricos,  es  imposible que pueda decir una palabra al mundo de los empobrecidos. Se encuentra situada en la línea  base del Sistema que hace cada vez más pobres a los pobres, y más ricos a los ricos. Ha olvidado completamente la sentencia de Jesús que dice que “no se puede servir a dos señores, no podéis servir a servir a Dios y al Capital”.

Esta Iglesia no existe, no tiene nada que ver con el Mensaje de Jesús.

Después de este paréntesis, vamos a ver, finalmente, las dos preferencias escandalosas
de Jesús: los perdidos y los últimos.

A) Preferencia por los perdidos
Las parábolas son un ejemplo claro de la rebeldía de Jesús ante el orden establecido. Aparecen dos grupos de personas: la gente respetable y la gente insignificante, los don nadie, las mujeres, los enfermos, los que no figuran en esta sociedad. En estas parábolas Jesús hace patente que lo que tendría que ser lo normal en la vida, es lo “raro”. Estas parábolas presentan la vida tal y como es y por otra parte la vida tal y como tendría que ser o como podría  ser.  ¿Es normal que el hijo que dilapidó toda la fortuna de su padre y viviendo desenfrenadamente le organicen una fiesta por todo lo alto cuando vuelve a casa? Este es el hijo perdido, nada de “hijo pródigo”, hijo perdido. Jesús pone la vida al revés. Tiene preferencia, tiene un cariño especial por los perdidos. Jesús hace fiesta, se alegra, por la vuelta de su hijo que “estaba muerto y ha vuelto a la vida, estaba perdido y se le ha encontrado” (Lc. 15.24). Igual le pasa con la oveja perdida (Lc.15,6). Lo mismo que con la moneda  que había perdido la mujer. Tiene menos valor el hijo mayor que se queda en casa. Tienen menos valor las 99 ovejas que se quedan en el redil, o el resto del dinero que tiene en su casa la mujer, que lo que ha perdido. Lo que para la mayoría no tiene valor, lo que está perdido, eso es lo que prefiere Jesús ¿Quiénes son los que pierden y quienes los que ganan? Jesús vino buscando  los “balas perdidas” para salvarlos. Todo lo contrario de lo que podría hacer el Derecho Canónico.

 B) Preferencia por los últimos:
 Jesús lo dice muy claramente: “Los últimos serán los primeros” (Mc 10,31).Frente al reinado del dinero y del poder Jesús introduce una pasión en la historia: que los últimos dejen de serlo, que la sociedad, les den la primacía para construir un mundo sin últimos ni primeros o, al menos, con la menor desigualdad posible entre seres humanos convocados a ser hermanos. La pasión por el Reino de Dios, es decir, por la realidad histórica, se convierte en pasión cristiana por la primacía de los últimos. Jesús crea una especial sensibilidad e interés por conocer y transformar las condiciones de vida en que se encuentran los últimos de cada sociedad y de la humanidad en su conjunto. Realiza una fuerte crítica y denuncia de los mecanismos de riqueza y poder que causan esa situación, y un comportamiento por la emancipación de los empobrecidos que tienen que constituir el centro de toda la vida colectiva hasta que dejen de serlo. A Dios solo se le puede acoger construyendo un mundo         que tenga como primera meta la dignidad de los últimos.

 Los últimos son los más necesitados de todo, de comida, de aprecio social y humano, a los que no se les reconocen sus derechos, los analfabetos, los que viven sin dignidad, esos, los pobres, los parados, los sin techo, los que tienen hambre, los que desprecia casi todo el mundo, los inmigrantes, los que viven años y años en campamentos de supervivencia, es decir, los últimos, los nadie, los olvidados, los que sobran en esta sociedad, todos esos son los primeros para Jesús, los que requieren toda su atención. Se trata de una inversión radical de los valores y de la situación establecida. Jesús corta por lo sano y lo dice sin rodeos “El que quiera ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos”  (Mc 9,35). Jesús es un raro, un hombre extraño, todo lo saca de quicio. Un subversivo.

Como conclusión, y ya termino, podemos decir que el Mensaje de Jesús es laico, porque es lo más humano, y al mismo tiempo es lo más universal. Y lo más humano y lo más universal es casi siempre lo más subversivo. Y podemos añadir que lo más humano es también poder confiar plenamente en otro ser humano. Que estas jornadas nos puedan servir para confiar un poco más en esa deliciosa y conflictiva humanidad de Jesús.


 (anaxagoras54@gmail.com)