martes, 22 de noviembre de 2016
ETICA DE LA RESISTENCIA
El enemigo que tenemos enfrente es muy
poderoso. Es el sistema capitalista que lo abarca todo, Aunque pretendemos
derrotarlo, sin embargo, el llevarlo a cabo no entra en nuestras posibilidades.
Es la lucha de David contra Goliat. Pero podemos tirarle piedras a la
frente, podemos poner palos a la rueda,
podemos poner piedrecitas en sus zapatos.
Se trata de una lucha permanente. Somos luchadores derrotados de una causa
invencible, decía un poeta. Somos corredores de fondo y no desistimos en nuestro empeño. No buscamos el éxito o la
eficacia a corto plazo, como pretende la derecha. Nuestra causa son
los DH, es la Justicia, es la vida amenazada de todos los SH del
planeta.
No cabe duda que hemos de caminar siempre
con ese horizonte de fondo, pero se impone una dosis casi infinita de modestia
y paciencia histórica. Entretanto es posible caminar por objetivos más
limitados.
Lo que me indigna es la cultura capitalista
y sus infinitos ‘contravalores’ de individualismo, competitividad y
consumismo destructor; lo que me interpela más s es el sufrimiento de una
humanidad doliente a causa de la acumulación de riqueza y poder en muy pocas
manos. Me rebelo contra el caudal insaciable de exclusión social que vemos a
nuestro alrededor, la destrucción del planeta, el racismo y la xenofobia. Son
estas realidades sociales las que me indignan
y me deprimen porque la resistencia que ofrecemos no es capaz de dar una
respuesta liberadora, propia de una ética de los valores. Como señala Marx, el
resultado más importante de una actividad política es la manera en que
transforma a quienes participan en ella, y en este sentido doy por muy bien
empleadas las innumerables horas dedicadas a pensar, escribir redactar, reuniones, discusiones y empresas
aparentemente infructuosas.
Vamos a considerar tres cosas, como marco de
lo que puede ser una “ética de la resistencia”, como por ejemplo, qué es el capitalismo, qué dice la derecha,
cómo está el capitalismo neoliberal en la actualidad.
1) Estamos habituados a considerar el capitalismo
simplemente como un sistema económico. Pero, la realidad es que el capitalismo
es mucho más que un sistema económico. Detrás del capitalismo, en su fondo,
está viva y actuante toda una filosofía que orienta toda la actividad de la
sociedad, sea política, económica o cultural. Por ejemplo, decir corrupción es
decir capitalismo.
El capitalismo subsiste por las continuas
crisis del sistema. El capitalismo es un sistema económico que depende al mismo tiempo de un espíritu moral, y que necesita del sistema político democrático para poder subsistir; sin
esta dimensión política y ético-cultural no se podría mantener. Se fundamenta
en un orden ético-religioso que propicia valores y motivaciones propios de esta
sociedad que dan legitimidad al sistema. Existe una familiaridad entre el
sistema económico capitalista de libre mercado, el sistema político democrático
y la religión cristiana. Esta trinidad de órdenes económicos, políticos y culturales
íntimamente unidos e implicados entre sí es lo que forman un sistema productivo
de bienes basado en la propiedad privada y el mercado de libre competencia, un sistema político parlamentario y
democrático y un orden cultural de valores y orientaciones normativas. Cada uno
de estos órdenes posee su propia lógica y su propio dinamismo.
2) Hay que conocer un poco en
profundidad cuál es el adversario
político, la derecha. La derecha no ha tenido nunca problemas con su
identidad. Tampoco lo tiene ahora. Todo lo más, una cierta perplejidad en sus
márgenes. Como esa regresiva nostalgia por el Orden con mayúscula; o su
permanente tendencia por la compañía de la Iglesia y la presencia del uniforme.
También una querencia inagotable por la eficacia y el éxito, en primer lugar
económico; el fervor por las esencias del pasado; el culto de la seguridad y el
control; la indeclinable añoranza por el autoritarismo como régimen y como
práctica; sin olvidar la alergia a la crítica y la redentora invocación de la
ética y otras coartadas curalotodo destinadas a compensar la acumulación del
beneficio.
3) El capitalismo neoliberal, en la fase
actual es de altísima concentración de la riqueza. Y está destrozando muchas
sociedades centrales o periféricas El capitalismo de rostro humano, el
neoliberalismo atenuado, la “sociedad del bienestar”, permitió hacer la mayor
transformación social de la historia de España mejorando la vida de casi 30
millones de personas, a costa de los pueblos del tercer mundo, con el aumento de los salarios, facilidad de
crédito, desgravaciones fiscales, pero en el fondo se ha mostrado insuficiente.
Gran error no haber explicado nunca que aquellas acciones sociales eran fruto
de una política propia de un Estado capitalista. Por eso creó antes consumidores
que ciudadanos conscientes. Permitió adquirir bienes personales, pero mejoró
poco el sector social: educación, salud, transporte y seguridad. Se pasó a dar
el pez sin enseñar a pescar. En el actual gobierno, la política económica
neoliberal radicalizada por ajustes severos, recesiva y lesiva de los derechos
sociales. está devolviendo al hambre y la miseria a los que fueron sacados de
ellas.
Esto es lo que nos presenta este capitalismo
feroz:
Los 29 gigantes económicos planetarios,
de los cuales el 75% son bancos, empezando por el Bank of America y terminando
con el Deutsche Bank, son considerados por el Sistema como “sistémicamente importantes”, pues su eventual
quiebra (no olvidemos que el más grande, los Lehamn Brothers de América del
Norte, se declaró en quiebra) llevaría a todo el sistema al abismo o muy cerca,
con consecuencias nefastas para toda la humanidad. Lo más grave es que no hay
regulación para su funcionamiento, ni puede haberla, porque las regulaciones
son siempre nacionales y ellos actúan planetariamente. No hay todavía una
gobernanza mundial que cuide no sólo de las finanzas, sino del destino social y
ecológico de la vida y del propio sistema-Tierra.
Nuestros conceptos se evaporan
cuando se lee en las páginas de The
Economist (una revista muy seria de economía de signo neoliberal) que la
facturación de la empresa Black Rock es de 14 billones de dólares, mientras que
el PIB de los EE.UU. es de 15 billones de dólares y el del pobre Brasil
escasamente llega a 1,1 billones de dólares. España sitúa su PIB en los 1,3
billones de dólares Estos gigantes planetarios manejan alrededor de 50 billones
de dólares, el equivalente a la deuda pública total del planeta. (30 de Octubre
2016). Todo este montaje financiero-económico no está al servicio de la Vida,
de las condiciones de vida de personas, animales o plantas, sino al servicio de
los intereses económicos del capital esté donde esté. No les importa la viada
humana, la vida del planeta, lo que de verdad les importa es la acumulación
incesante del capital.
No vamos admitir ni un recorte
social más, ni un desahucio, ni que nos reduzcan todavía más las pensiones, ni
que nos sigan degradando las relaciones laborales. Muy al contrario, queremos
organizar la fuerza necesaria para recuperar lo que nos han robado. Nuestra
resistencia va a ser más fuerte que sus “debilidades” económicas.
1.-
Resistir es aprender de los propios errores y derrotas y darles la
vuelta. Esto implica una severa y constante autocrítica, Si no se hace esa
autocrítica estamos condenados a volver a repetir esos mismos errores.
2.- Resistir es tener la osadía de ser coherentes en nuestra vida, es
decir, mantener un pensamiento, una conducta y una conversación, en la misma
línea. Exigirlo a escala personal y a escala institucional. La coherencia es el
primer paso de un talante revolucionario. Y de ahí pasamos a la paciencia
revolucionaria.
3.- Resistir es mantener siempre un pensamiento crítico, esa capacidad
de analizar la realidad desde otros valores éticos, desde los DH. Sobre todo,
mantener una honestidad económica y una honradez profesional intachables Y solo
así no seremos “engullidos” por el sistema.
5.- Resistir es dar siempre la prioridad a dos espacios decisivos en
la sociedad como son la educación y la salud. Un pueblo enfermo e ignorante
nunca dará un salto cualitativo, hacia
una vida digna de todo SH.
6.- Resistir es ponerse valientemente al lado de las víctimas de esa
voracidad del sistema neoliberal, denunciando su perversidad, desmontando su
lógica excluyente, yendo a las calles, apoyando manifestaciones públicas por la
sanidad y la educación, huelgas de la clase trabajadora y luchas
de los movimientos sociales.
7- Resistir
es ir creando una nueva cultura, porque si no cambia la cultura
no cambia nada, Una cultura de la solidaridad, lejos de los valores
capitalistas.
8.- Resistir es tener un proyecto político del propio país, un horizonte de utopía, de querer un país distinto, edificado sobre
otras bases, los valores éticos de los DH, dando prioridad a la vida de la
naturaleza, a la vida humana y a la vida de la casa común, base de una nueva
civilización, la civilización de la vida.
9.- Resistir es enriquecer esa utopía, para lo cual es indispensable
una coalición de fuerzas políticas y sociales, como pueden ser los movimientos
populares, las luchas obreras, sectores de algunos partidos, intelectuales,
artistas e iglesias, interesadas en
construir ese otro modelo de país. La lucha incansable por la unidad de la
izquierda.
10,. Resistir es reafirmar la democracia, la que gana las calles y
plazas, contrariamente a la democracia de baja intensidad, Y denunciar el
tratado de libre comercio el TTIP de UE con USA.
Para terminar, propongo el poema de Mario
Bernedetti: “No te rindas”
NO TE RINDAS
No te rindas, aún estás a tiempo
De alcanzar y comenzar de nuevo,
Aceptar tus sombras,
Enterrar tus miedos,
Liberar el lastre,
Retomar el vuelo.
No te rindas que la vida es eso,
Continuar el viaje,
Perseguir tus sueños,
Destrabar el tiempo,
Correr los escombros,
Y destapar el cielo.
No te rindas, por favor, no cedas,
Aunque el frío queme,
Aunque el miedo muerda,
Aunque el sol se esconda,
Y se calle el viento,
Aún hay fuego en tu alma
Aún hay vida en tus sueños.
Porque la vida es tuya y tuyo también el deseo
Porque lo has querido y porque te quiero
Porque existe el vino y el amor, es cierto.
Porque no hay heridas que no cure el tiempo.
Abrir las puertas,
Quitar los cerrojos,
Abandonar las murallas que te protegieron,
Vivir la vida y aceptar el reto,
Recuperar la risa,
Ensayar un canto,
Bajar la guardia y extender las manos
Desplegar las alas
E intentar de nuevo,
Celebrar la vida y retomar los cielos.
No te rindas, por favor no cedas,
Aunque el frío queme,
Aunque el miedo muerda,
Aunque el sol se ponga y se calle el viento,
Aún hay fuego en tu alma,
Aún hay vida en tus sueños
Porque cada día es un comienzo nuevo,
Porque esta es la hora y el mejor momento.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)