José María García
Mauriño
Octubre de 2018 y Junio
2019
Análisis del derecho de
PROPIEDAD PRIVADA, el “ius utendi et
abutendi” del derecho romano. El derecho de propiedad privada ha sido definido
así: “El derecho de propiedad privada.es el poder de usar o de abusar de
cualquier cosa en la medida que lo permite el derecho civil” "Ius ac potestas re quapiam tum utendi, tum abutendi,
quatenus iure civili permittitur". Definición de Hotman jurista italiano del s.XVI. Esta definición ha sido
adopatada posteriormente por las estructuras jurídicas.
La naturaleza produce constantemene un serie de bienes,
cuya propiedad es comuún para todos los hombres y mujeres del mundo, son bienes
universales. Por otra parte, existe una
serie de bienes que son necesarios para
vivir todo Ser Humano.(SH) Y cada
uno, cada una, toma de ese acerbo común lo que necesita para vivir. Es el valor
de uso. Si no tiene esos bienes, si no los puede tener, peligra su vida o se
muere. Poseer esos bienes en régimen de propiedad privada, es decir, de poder usarlos para vivir, es cuestión de
vida o muerte, en eso consiste el
Derecho de propiedad privada. El valor de uso, de un uso sobrio de esos
bienes, se puede decir, que es de derecho natural de todo SH. Estimo que estos
bienes son de derecho natural, porque son necesarios para mantener la vida
humana, son propios de la misma
naturaleza humana. Los bienes superfluos, los que no son necesarios, no son de derecho natural. Y esos bienes necesarios se
pueden resumir en estos 5: trabajo, alimentación, vivienda, sanidad (médicos y
medicinas) y cultura (que todos sepan leer y escribir, ocio, descanso, tiempo
libre). La carencia de estos bienes hace casi imposible una vida humana, una
vida de cierta calidad humana.
Esos
bienes necesarios son “míos” porque uso de ellos para satisfacer mis
necesidades básicas, me los apropio, pasan a ser propiedad privada. Una vez
cubiertas esas necesidades, esos otros bienes que me sobran, son bienes
superfluos, ya no son míos, no me pertenecen, son propiedad del común, de todos
aquellos seres humanos que todavía no han cubierto sus necesidades básicas, es
decir, de los que pasan hambre, los que no tienen techo, los que aun no saben leer y escribir, los que no
tienen médicos ni medicinas, etc. Entonces, tengo el deber, la obligación
moral, de devolver lo que no es mío, de lo que me he apropiado indebidamente.
Ya no es un “uso” de los bienes, sino un “abuso”. Al mismo tiempo que tengo el
poder de usar de esos bienes necesarios, tengo el poder de abusar de unos
bienes que ya no me pertenecen porque son superfluos. Es el “ius abutendi”. Y
lo que es un abuso, ya no es ético. Evidentemente, tengo derecho a usar de los
bienes superfluos a condición de devolver su coste al Tercer mundo. Si me gasto
10.000 € en un viaje de recreo debería devolver esa misma cantidad 10.000 € a
los necesitados del Tercer mundo. Entonces, ya no sería un abuso sino un
disfrute compartido, correcto, solidario, justo, Cuando me apropio de algo que
no es mío, es un robo, y lo tengo que devolver. En ese sentido no hay que “dar”
al pobre cosas que necesita, eso es un tranquilizante de conciencia, sino
devolverle lo que es suyo porque le pertenece y nosotros se lo hemos quitado.
El pobre es un “robado”, entre todos le hemos quitado bienes básicos que le
pertenecen para poder vivir y se encuentra metido en unas estructuras de
pobreza y desigualdad que apenas le dejan espacio para sobrevivir.
Es
necesario tener una casa para vivir, por eso se llama vivienda. Y eso es de
derecho natural de todo SH porque uso de
ella para vivir, sea en régimen de propiedad o de alquiler. El Capitalismo
promueve y prefiere el régimen de propiedad al régimen de alquiler, y se llega
a la ”burbuja inmobiliaria”. El
Capitalismo controla
perfectamente las propiedades inmobiliarias Pero, tener varias casas, pìsos o
viviendas, como un chalet en la sierra o un apartamento en la playa, no es de
derecho natural. No las tengo para vivir, sino para invertir, o para disfrutar.
No solo tienen un valor de uso sino que además tienen un valor de cambio.
Tienen un precio. Pueden ser un aval para pedir un préstamo al banco. Es lo propio del Capitalismo
que favorece no sólo el uso sino el abuso de propiedades. Ya no son
bienes necesarios, sino bienes superfluos. Abusa, porque acumula casa sobre
casa. Y el Capitalismo a fuerza de acumular, va despojando a otros del derecho
natural de tener bienes necesarios, como es tener una vivienda, un sitio para
vivir. Unos pocos abundan en casas y hay otros muchísimos que carecen de
vivienda. El tener varias casas no es una
necesidad, es un lujo. Son bienes superfluos, como viajes de turismo, de
recreo, compras de artículos caros, inversiones beneficiosas, espectáculos,
fiestas, comidas, trajes, vestidos, etc.
Suponen un volumen de gastos que exceden con mucho los bienes necesarios.
No se necesita tanto para vivir, sino para comodidad, o para disfrute. Mi
comodidad o disfrute se basa entonces en negar bienes básicos a la mayoría. No es problema individual, no
es asunto estrictamente personal: “con mis bienes hago lo que me da la gana”.
Es un tema estructural. El Capitalismo
ampara y protege la propiedad privada lo mismo el “ius utendi” [de los bienes
necesarios] que el “ius abutendi” [de los bienes superfluos] ,como uno de los
pilares de la acumulación incesante de beneficios. El Capitalismo ha hecho de los bienes superfluos, bienes
necesarios, ha creado la sociedad del consumo para enriquecimiento de unos
pocos. Lo público, lo que es de todos y de todas, incluidas las generaciones
futuras, es siempre prioritario sobre lo particular y lo privado La propiedad
privada es un invento del Capitalismo para poder dominar, no para poder
vivir. Recordemos que los bienes de la Tierra son patrimonio de toda la
humanidad para vivir, como son el agua, la tierra, los minerales, el aire, etc.
.no pueden ser propiedad de nadie, son para uso y disfrute de todos los Seres
Humanos junto con el Planeta. El Capitalismo ha creado una conciencia
individualista que no mira a su entorno, ha promovido una mentalidad sumisa.
Para el capitalismo la propiedad privada es sagrada, algo divino y eso no se
toca. Es un concepto de propiedad privada que solo beneficia a unos pocos en
contra de la mayoría. Los que se atreven
a tocarla son malos, son populistas, son comunistas.
Los
que disfrutan de propiedades superfluas, tienen una mentalidad capitalista, no
quieren devolver nada, porque no consideran que han quitado nada a nadie, todo
es suyo y con lo suyo hace lo que le viene en gana. Devolver significa de
alguna manera empobrecerse, quedarse con menos, y eso no se puede tolerar. Lo
que hay que hacer es elevar el nivel de los pobres, de los que no tienen. Sí, de acuerdo, pero que no me toquen el
bolsillo, la propiedad privada es sagrada. “Eso es cuestión del Estado que
reparte muy mal, o no reparte nada”. Se olvida que la posesión de bienes básicos
sí son universalizables, es decir, sí pueden ser de uso para todos los Seres
Humanos, son éticos, de lo contrario, van en contra de valores éticos
fundamentales, como pueden ser la justicia, la libertad, o la igualdad y la paz.
No todos los SH del planeta pueden alcanzar el grado de desarrollo tecnológico
que tenemos en Occidente, se hundiría el Planeta. Para que la inmensa mayoría
de la humanidad pueda sencillamente vivir, es preciso que todos y todas vivamos
con sencillez, es decir, sin abusar de los bienes comunes que nos corresponden.
Eso decía Ghandi. No sería ético que me comprara un coche “Ferrari” que cuesta
45 millones de €, porque no es universalizable, me puedo comprar un coche más
modesto que de hecho está más extendido a todos y todas. Lo que no es
universalizable es tener al mismo tiempo, vivienda propia, lavadora, coche,
microondas, nevera, ordenador, móvil,
lavavajillas, licuadora, etc. y que todo el mundo tenga lo mismo que
tengo yo. ¿Es eso elevar el nivel de los pobres? Eso no es exportable a toda la
humanidad. Y se puede vivir sin muchas de esas cosas y de hecho se vive mejor.
Todas
estas reflexiones son muy actuales, de este mes de Junio de 2019, pero no son
nuevas. Ya lo decía un sabio del siglo XIII llamado Tomás de Aquino en la “Summa
Theológica” (1-2 q..94 a.5 ad 3 y, 2-2, q.57, a.3). Es la doctrina más ortodoxa
que existe sobre la propiedad privada., aunque parezca revolucionario. Lo que
puede ser más moderno es la definición del siglo XVI, de Hotman, pero el
contenido es el mismo. A Tomás de Aquino le hacemos caso cuando nos conviene, y
cuando toca nuestro bolsillo se nos olvida completamente.
Decía
Marx que una cosa es el “reino de la necesidad” y otra “el reino de la
libertad”.Para vivir en el reino de la libertad, antes tiene que tener cubiertas las necesidades elementales de todo SH, que
son cinco y que cité al principio de
este trabajo: Los que impiden que se tengan cubiertas esas necesidades básicas,
están impidiendo que los SH sean libres, es decir, pasen del reino de la
necesidad al reino de la libertad, o sea, vivan con la dignidad propia de toda
persona.