sábado, 5 de enero de 2013

AÑO NUEVO, NUEVA ESPERANZA




José María García-Mauriño
Enero de 2013
Con la que está cayendo, todavía cabe hablar de estrenar una nueva esperanza. La que funciona a ritmo de Utopía, la que se fundamenta en los valores éticos. La crisis, esa monumental estafa, es ante todo crisis ética, crisis de valores. Esos valores tan olvidados en este escenario en el que casi solo se habla de dinero: de primas, de porcentajes, de miles de millones, de rescates, de deuda impagable, sube la luz, el teléfono, los transportes (bus, metro, trenes, cercanías) etc. ¿No tienen sitio ya los Derechos Humanos? ¿Dónde queda la Justicia y la Libertad? Me preocupa un país cuya juventud tiene un paro de cerca del 57%. Me preocupa que en estos momentos no se pueda aplicar la Constitución. Es mala señal que este gobierno sea incapaz de cumplir su propia legalidad, que no garantice los elementales derechos que sostiene. Me preocupa que el valor de la Democracia esté tan devaluado en nuestro país y que ese 99% de la población tenga que luchar por mantener sus elementales derechos, frente a ese 1% que tiene el poder. Se trata de no resignarse ante los recortes, de rechazar esa frivolidad política de quienes miran para otro lado. No vamos a permitir que nos recorten la esperanza. Se trata de defender constantemente los valores del civismo como por ejemplo, perseguir el bien común, la valentía por decir la verdad, la cultura de la ejemplaridad, el sentido de la profesionalidad, la cultura de la vida frente a esta cultura de muerte. Y no cansarse nunca de luchar, de debatir, de gritar, de movilizarse, de organizarse. La calle es el único espacio donde no ha metido mano el capitalismo.  Nada de resignación, esa droga que adormece el espíritu, propia de aquellos que se quedan en casa, silenciosos. Fuera esa droga que frena el coraje de la esperanza rebelde y del compromiso político. Es el tiempo de la renovación ética, del impulso moral, de aquellos que, sintiéndose jóvenes sin importarles la edad, buscan incansablemente el camino de la Utopía.

1 comentario:

  1. Jose María. No te conozco, no me conoces, pero te lo firmo al 100%. Esta sociedad necesita una regeneración moral profunda -religiosa o no religiosa- desde la base a la altura, en el supuesto de que esto sea un triángulo que lo es, ya que la base es la que soporta más presión.
    Un abrazo solidario de Julio Torres.

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