José
Maria Garcia-Mauriño
Abril
2013
1.- Qué es el B.C.
Por Bien común se entiende, en filosofía en
general, aquello que es compartido por todos los miembros de una comunidad: y
en beneficio de toda la ciudadanía “El bien común abarca el conjunto de
aquellas condiciones de la vida social, con las cuales los hombres, las
mujeres, las familias y las asociaciones pueden lograr con mayor plenitud y
facilidad su propia perfección.”
El bien común no es la suma de los bienes de cada uno de
los miembros de la sociedad ya que ese bien es indivisible y solo con la
colaboración de todos puede ser alcanzado, aumentado y protegido. Afecta a
la vida de todos.
Los bienes que hay en el mundo son
propiedad de todos los hombres y mujeres para que a nadie le falte lo necesario
para vivir.
Ejemplo: El BC de una familia
compuesta de la pareja y tres hijos es algo más que la suma de los bienes de
los cinco miembros. Comporta las condiciones de vida de esta familia como tal.
2.- Qué clase de
bienes:
El BC abarca una serie de bienes que benefician al conjunto
de la población. Bienes por los que hay que luchar, porque no nos regalan nada
en esta sociedad. Se trata de:
Toda clase de bienes pertenecen a
todos y todas, y son para repartirlos a toda la ciudadanía, Como son:
a) Materiales: todos
los que son necesarios para una vida digna de cualquier Ser Humano (SH), son estos: vivienda, alimentación, vestido,
agua,
b) Sociales: derechos
humanos, educación, religión, ocio.
c) Políticos: partidos, sindicatos, democracia.
d) Colectivos: los
propios de cada comunidad: los barrios, los pueblos, la familia, el municipio,
asoc. de vecinos, cooperativas, etc.
En definitiva son
tres los elementos que constituyen el Bien Común:
1.- Las condiciones
sociales de paz, justicia y libertad;
2.- Un conjunto de bienes materiales,, sociales, políticos y
colectivos
3.- Equidad en el reparto de esos bienes;
Santo Tomás (siglo XIII) "cada persona individual
es, con respecto a toda la comunidad, lo que la parte con respecto al
todo". (Suma teológica -cuestión 98) La democracia no es simple aritmética, no es
la suma de votos. Los valores humanos no obedecen a criterios estadísticos. No es el ser humano un simple elemento, un
súbdito del Estado. Es el Estado el que sirve al ciudadano/a.
3.-Características del bien común:
Deriva de la naturaleza humana y es por lo tanto superior a
cualquier individuo: “La persona [...] se ordena al bien común, porque la
sociedad, a su vez, está ordenada a la persona y a su bien,
No es la suma de los
bienes individuales, tampoco la sociedad es la mera suma de los individuos.
Abarca a todo ser humano, es decir, tanto a las exigencias del cuerpo como a
las del espíritu.
Redunda en provecho
de todos: el orden social y su progreso deben subordinarse al bien de las
personas y no al contrario.
4.-Consecuencias:
Obliga al Estado: “La razón de ser de cuantos gobiernan
radica por completo en el bien común. Todo gobernante debe buscarlo, respetando
la naturaleza y ajustando sus leyes y normas jurídicas a la situación real de
las circunstancias”.
Obliga a toda la ciudadanía: el bien común ha de ser
considerado como un valor de servicio y de organización de la vida social, Es
tarea de todos. Es decir, han de acomodar sus intereses a las necesidades de
los demás. El BC está siempre por encima del bien particular.
4.- EL BIEN COMUN DE LA
HUMANIDAD
De la misma manera que la Declaración Universal de los
Derechos Humanos de 1948 fue proclamada por las Naciones unidas después de la
catástrofe de las dos guerras mundiales (murieron 52 millones de personas), es
necesario que se pueda proclamar una Declaración Universal del Bien Común de la
Humanidad. Podría tener un papel similar. En efecto, los Derechos del Hombre y del ciudadano/a antes
de haberse adoptado por la comunidad internacional, han conocido un largo
recorrido entre las revoluciones francesa y estadounidense. El mismo proceso
progresivo ha tenido la tercera generación de los Derechos, incluyendo una
dimensión social antes de ser proclamados. Bastante occidental en sus
perspectivas, el documento fue completado con una Declaración africana y por
una iniciativa similar del Mundo árabe. Sin ninguna duda la Declaración, es
manipulada en función de intereses políticos, especialmente por las potencias
occidentales. Pero ella continúa siendo una referencia de base, indispensable a
toda legitimidad política y una protección para las personas. (François
Houtart, 2009).
Actualmente ella debe ser completada, ya que está en juego la supervivencia de la humanidad y del planeta. Cuatro ejes fundamentales podrían dar coherencia a las nuevas iniciativas que buscan construir alternativas y también orientar numerosas prácticas. Los cuatro ejes fundamentales serían estos:
Actualmente ella debe ser completada, ya que está en juego la supervivencia de la humanidad y del planeta. Cuatro ejes fundamentales podrían dar coherencia a las nuevas iniciativas que buscan construir alternativas y también orientar numerosas prácticas. Los cuatro ejes fundamentales serían estos:
La utilización sostenible y responsable de los recursos
naturales. Aquello significa otro enfoque de las relaciones entre los seres
humanos y la naturaleza: pasar de la explotación al respeto de esta última,
fuente de toda la vida.
Privilegiar el valor de uso sobre el valor de cambio. Luego,
definir la economía como la actividad destinada a crear, dentro del respeto de
las normas sociales y ecológicas, las bases de la vida física, cultural y
espiritual de todos los seres humanos sobre el planeta.
Generalizar la democracia a todas las relaciones sociales y
a todas las instituciones. No solamente aplicarla y profundizarla en el campo
político, con una nueva definición del Estado y de los organismos
internacionales, sino también ampliarla al área de la economía, de la cultura y
de la relación entre hombres y mujeres.
La multiculturalidad, a fin de darle la posibilidad a todos
los saberes, a todas las culturas, a todas las tradiciones filosóficas y
religiosas de participar en la definición del Bien Común de la Humanidad y a la
elaboración de su ética.
La adopción de estos principios permitiría comenzar un proceso alternativo real frente a las reglas que presiden actualmente al desarrollo de la economía capitalista, a la organización política mundial y a la hegemonía cultural occidental y quienes causan las consecuencias sociales, culturales y naturales que conocemos actualmente. Los principios expresados desembocan sobre grandes orientaciones que es posible esbozar.
La adopción de estos principios permitiría comenzar un proceso alternativo real frente a las reglas que presiden actualmente al desarrollo de la economía capitalista, a la organización política mundial y a la hegemonía cultural occidental y quienes causan las consecuencias sociales, culturales y naturales que conocemos actualmente. Los principios expresados desembocan sobre grandes orientaciones que es posible esbozar.
La Utopía.
¡Utopía! Si, es aquello que no existe hoy día, pero podría y
debería existir mañana. Utopía necesaria, ya que es sinónimo de inspiración
creadora de coherencias en los esfuerzos colectivos y personales. Pero también
aplicaciones muy concretas, sabiendo que cambiar un modelo de desarrollo no se
realiza en un día.
Por ejemplo, a los
accionistas de la Volkswagen (propietaria de Seat) les conviene reducir la
plantilla para competir mejor; los obreros, naturalmente, se oponen porque
saldrán perjudicados.
Otro ejemplo, Parecería
que una campaña para vacunar a toda la población contra la gripe aviar es propia
del "bien común". Pero habrá alguien que no querrá vacunarse
("yo no creo en vacunas"), con lo cual el efecto social de la vacuna
queda en suspenso; otro no querrá que se gaste dinero público en vacunas; otro
no querrá rebajar el precio de una vacuna cuya patente posee para hacer más
viable la vacunación masiva. Al final nos encontramos con que no se puede
invocar el "bien común" para justificar una campaña de vacunación.
Todas estas protestas y
movilizaciones no hacen más que revelar la naturaleza intrínsecamente
conflictiva de nuestra sociedad y
su construcción demanda un conjunto de acciones individuales y colectivas las
cuales evolucionan de forma diversa en el tiempo. Entonces ¿cómo proponer
medidas insertándose en esta lógica y que podría ser el objeto de
movilizaciones populares y de decisiones políticas? Muchas proposiciones ya han
sido planteadas, pero se podrían agregar otras.
En una sociedad
compleja, abierta y democrática como es la española del siglo XXI no es
evidente que se pueda hablar "del bien común". Hay pocas realidades o
situaciones que sean buenas para todos los ciudadanos al mismo tiempo. La salud
de nuestro planeta; la paz, como negación de la guerra; el dominio de una ley
justa, y la verdadera democracia pueden ser elementos del bien común.
La naturaleza conflictiva de nuestras
sociedades exige que haya un árbitro o juez imparcial para dirimir los
conflictos de intereses. Para eso están las autoridades competentes. Su misión
consiste en:
primero, definir qué significa en casos
concretos "el bien más común y general", que es la afirmación de
Tomás de Aquino, ,
segundo, procurar que el
bien particular de un colectivo no prevalezca sobre aquél. Una autoridad que
sólo mire a un bien particular (sea el de los mineros o de las empresas
eléctricas, o los beneficios de una empresa o de un banco) y desatienda el más
común y general, practica una forma de corrupción muy reprobable en un sistema
democrático. No se pueden anteponer los intereses de un grupo a los de los
demás, pero hay que conciliar justa y razonablemente los de todos.
---oOo---
¡Urge! porque los "valores" que estamos heredando a nuestros hijos son mínimos y el mercantilismo nos está avasallando.
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